Una de las palabras más bonitas de nuestro diccionario es Cojones, más que nada amigos por el miedo que a algunos le da usarla en público y la facilidad que tienen otros para que en cualquiera de sus usos tenga un significado especial.
Si esta palabra va acompañada de un número puede significar cosas tan curiosas como:
Un Cojón, algo caro o costoso, ejemplo: El Iphone 4 me costó un cojón.
Dos Cojones, valiente, heróico, ejemplo: Aprobó la oposición con dos cojones.
Tres Cojones, desprecio, asco, ejemplo: Tu blog o tus comentarios me importan tres cojones.
También podemos jugar a pares o nones con los cojones, así podemos expresar más sentimientos dispares:
Mil pares de Cojones, dificultad superada, ejemplo: Conseguir ese trabajo me costó mil pares de Cojones.
Jugando con los verbos también podemos expresar diversas circunstancias de forma rápida y entendible por todos los contertulios.
Tener Cojones, valentía, fuerza, ejemplo: En una discusión, nuestro amigo tiene cojones para debatir.
Con una exclamación y jugando con el verbo nos encontramos con ¡Tiene Cojones! que indica sorpresa, algo inesperado, ejemplo: ¡Tiene Cojones! lo que dice este en el blog.
Si los usamos con el verbo poner, será indicativo de poderío, Poner los Cojones, ejemplo: Se canso de aguantar y puso los Cojones encima de la mesa.
Podemos expresar una simple apuesta diciendo me corto los Cojones, ejemplo: Me corto los cojones si este post llega a portada en algún menéame.
Pero también podemos amenazar diciendo te corto los Cojones, ejemplo: Como sigas dejando insultos en tus comentarios te corto los Cojones.
El tiempo del verbo también es importante para realzar los significados de las frases con Cojones, tenemos el presente de indicativo, me toca los cojones, expresa indignidad, molestia o hastío, ejemplo: Me toca los Cojones que siempre te estés quejando de Zapatero.
Si el tiempo es reflexivo, nos encontramos con la vagancia, se tocaba los cojones, ejemplo: Estos políticos se tocaban los cojones durante la crisis.
Otra vez sorpresa, esta vez con el imperativo, tócate los cojones, ejemplo: Tócate los Cojones, mira lo que me ha dicho en un comentario el tío este.
Pero aún hay más, si usamos un prefijo podemos mostrar el miedo, Acojonado, así el ejemplo sería, tengo un blog y estoy Acojonado con los comentarios que me dejan.
Si decimos Descojonado, mostramos buen humor, risa o simplemente cansancio, ejemplo: Me dejó descojonado hacer este post, me he descojonado leyendo este post.
Tenemos también las terminaciones, si usamos Cojonudo significa bueno, estupendo, maravilloso, ejemplo: Ha sido un día Cojonudo con los amigos.
Cojonazo, otra terminación para cobardía, apatía, indolencia, ejemplo: Este tío es un Cojonazo a la hora de enfrentarse en la blogosfera.
Para mostrar un éxito, una cantidad podemos poner una preposición, de Cojones, ejemplo: Me salió el examen de Cojones o hace un frío de Cojones.
Obligación con la preposición por, por Cojones, ejemplo: Tengo que arriesgarme por Cojones.
Aguante, paciencia con hasta los Cojones, ejemplo: Estoy del spam hasta los Cojones.
Valor, valentía de nuevo pero con el con, ejemplo: Era un tío con Cojones para todo.
Sin delante es cobardía, ejemplo: Este fue siempre un blogger sin Cojones.
Podemos jugar también con los colores y decir sensaciones, ejemplo: Se me quedaron los Cojones Morados del frío que pasé.
Cansancio o desidia, si por ejemplo decimos: Tiene los Cojones Cuadrados este amigo.
La experiencia también se refleja con Cojones, ejemplo: Tengo los Cojones Pelados de hacer esto y aquello.
Tener los Cojones Grandes y bien Plantados vale para hacer referencia a un valiente, por tanto el tamaño y la posición sí que importa, como aquello que decimos en España de tiene los Cojones más grandes que el Caballo de Espartero, insuperable por ninguno de nosotros, no se pueden tener cojones más grandes que esos.
Pero si te cuelgan, malo, eso es que eres muy vago o torpe, ejemplo: Le Cuelgan los Cojones a la hora de trabajar.
Los cojones te los puedes pisar por perezoso o llevarlos en una carretilla por exagerado, ejemplo: Se pisa los cojones cada vez que escribe un post, habló tanto en su artículo que parecía llevar los cojones en una carretilla.
Manda cojones, que aquí nuestros políticos más finos usaron el famoso Manda Huevos para mostrar cansancio de una situación o sorpresa.
Imponemos ordenes sin sentido cuando decimos Me sale de los Cojones o simplemente no queremos hacer algo, No me sale de los Cojones.
Amigos podría seguir escribiendo muchas cosas sobre los cojones, pero mejor terminar con un chiste de parados para rematar de Cojones este Post.
Papá, papá, ¿qué son esas dos bolas que se te asoman por el calzoncillo?
Los Cojones hijo, los cojones.
¿Pero bueno Manolo, como le enseñas esa palabras a tu hijo? le replicó la mujer.
Mira María, con tanto paro, tanta crisis y sin entrar un duro en casa, qué quieres que le diga al niño, que son huevos y se los coma, con el hambre que estamos pasando.
Otro día daremos un repaso a otra palabrita de nuestro querido castellano que aún sonando tan mal y teniendo tanto miedo a usarlas, las tenemos en la boca siempre. ¿O no, cojones?