YA NO TIENE COCOCHAS

Bueno amigos, ya tenemos a la Reina en casa y lo primero que pensamos es HOGAR DULCE HOGAR, los hospitales son muy necesarios sin duda alguna, pero cuando llegas a casa suspiras de alegría.

La operación es sencilla y la recuperación de la anestesia también, la tarde se hace algo larga pero te controlan muy bien el dolor con los chutes que te ponen en vena.

Me quedo admirado de la pronta recuperación que tienen las mujeres, a las 01:00 ya se levanto a dar paseos con el gotero, si hubiese sido yo el enfermo, no me levanto de la cama en una semana, pero amigos ellas son de hierro.

La noche bueno, que os voy a contar, muy larga y cuando ya caía rendida de sueño sobre las 06:00 horas, son las enfermeras las que no le dejan dormir, que si el termómetro (cuando lo ponen y lo quitan), que si la tensión, que si te cambio el suero, que si ahora el antibiótico, que si otro chute para el dolor, total que te dan las 08:00 horas y dices bueno nos dejaran dormir un rato, pues no, les toca a las de la limpieza...

Son anécdotas, pero no descansa bien el enfermo con tanto meneo, en fin que luego la mañana ya es más tranquila y por fin a las 18:00 nos han dando el alta a los dos, a ella por la operación y a mí por estar con ella (me debieron ver cara de cansado).

Ya una vez llegados a casa con un buen chute antes de salir del hospital y estar con nuestros peques, todo parece distinto.

Achuchones a la mamá, cientos de besos, contarla historias y arroparla en la cama hasta la hora de cenar.

La pobre no ha podido comer más que unas natillas y un helado, le cuesta tragar y mañana le prepararé un puré caldoso y frío con un montón de verduras.

Ahora estamos esperando la hora del antibiótico y un chute de medicación para el dolor y ver que tal pasa la noche, la he dejado un bate de béisbol en su mesilla por si me tiene que despertar, la verdad estoy muy cansado y como no puede gritar, que lo use en caso de necesidad.

Me ha dicho, escrito en papel, que os anime a todos a que si un día os dicen que os tienen que quitar las cocochas que lo hagan amigos, merece la pena y no es tan agudo el dolor como lo pintan, es constante la molestia, ella dice que es peor un dolor de muelas o una contracción de parto.

Según lo escribo se me eriza el pelo, yo para estas cosas soy un poco cagón, pero si lo dice ella será verdad.

Bueno estos días haremos funciones de papá, mamá y enfermero, así que estaré con vosotros esos ratos que aprovecho para encender un cigarro y pensar, que pronto pasará esto.

Gracias por todos los helados que le habéis enviado, los ha leído en el móvil y le han animado mucho.

Y os dejo un vídeo de agradecimiento: