Desde mi querido rincón de los opaitos me dicen que les recomiende un buen vino de Navarra para celebrar la noche de fin de año.
Cierto es que acá tenemos muy buenos caldos pero esta vez solo voy a nombrar uno por que los gestores de la Bodega son mis amigos.
Primero os muestro el pequeño palacio que tiene el dueño, al que de momento no conozco, pero seguro que este año coincidimos un día de esos que viene de visita con su séquito, pues como hombre de mucho dinero va siempre bien acompañado.
Como ven es un palacete muy bonito y está lleno de arte, ya que el dueño es un gran inversor, gracias a él esta bodega ha salido adelante y ha creado muchos puestos de trabajo.
No es ninguna tontería, pero el que tiene dinero y sabe disfrutarlo e invertirlo consigue algo más importante que generar más dinero, es sin duda disfrutar de la vida, creando con ingenio puestos de trabajo y generar más dinero, y además conservar la historia con el orgullo que luego se puede presumir de ello.
Como pueden ver en esta torre de defensa que hace muy pocos años eran unas ruinas olvidadas.
También se ha recuperado la capilla que tenía antiguamente el Señorío, no quiero hablar mucho de historia, pues la tiene y es muy bonita, prefiero que observen las imágenes y lo orgullosos que pueden estar todos de recuperar tan bellos espacios que una vez estaban perdidos.
Y para mis amigos de historia, les dejo este símbolo para que os expliquen a todos en un comentario de que se trata y su significado.
Toda la bodega en sí es impresionante y se mezcla la historia con las nuevas tecnologías y avances en la creación de buenos caldos, les sigo dejando estupendas imágenes para que las disfruten.
Sin duda alguna este es el vino que elijo para fin de año, os recomiendo un Blanco Chardonnay fermentado en barrica de Palacio de Otazu, porque destacan ligeras notas ahumadas muy finas, aromas de los huesos de melocotón, mantequilla fresca y sutiles aromas de especias.
Con unos minutos en la copa, el vino se abre y enseña sus mejores aromas y sabores de manzana verde con manzana asada y corteza de naranja, un placer para el paladar.
Y luego con las carnes aunque no es barato me decanto por un caldo sublime, Altar de Otazu por que con su color de guinda picota prácticamente opaco y su aroma de constante intensidad, de fruta negra madura y con fondo de madera, ligeramente barnizada, hace que con las carnes uno disfrute del placer de un gran caldo, que en boca es de cuerpo medio, sin excesiva acidez con los sabores de la mejor fruta.
Espero que a mis amigos del Rincón de Opaito les haya gustado mi selección y disfruten por un paseo virtual por las Bodegas Otazu, seguro que les encantará.
Las fotos fueron tomadas con el móvil en mi última visita, pero pronto iré con la cámara buena y os pondré mejores imágenes.
Beban con moderación siempre y aunque sea Noche Vieja, si ha de conducir amigo, NO BEBA ALCOHOL, le queda un año por delante para disfrutar de un buen caldo sin tener que coger el coche.
Pues habrá que probarlo! Felices fiestas!
ResponderEliminarSe ve por las fotografías que la bodega es impresionante. Un paseo virtual muy agradable.
ResponderEliminarEs más hasta me dieron ganas de una mi copita de vino tinto, en especial me gustaría degustar el
que recomiendas....
Gracias muy buen artículo, como siempre.
A tu salud Senovilla Felices Fiestas!!!
Te dejo un abrazo y besos ;)
Uf amigo es que Altar de Utazo es un pedazo de vino, para paladares selectos y carteras llenas, jajaja.
ResponderEliminarMuchas gracias por la recomendación y tomo la propuesta para vinos de grandes reservas y blancos de nuestra próxima recomendación.
La bodega impresionante ya la conocia de oidas pero ahora al verla me ha gustado mucho.
Un abrazo
Bella historia y buen vino, lo tendré en la memoria para comprarle a mi hermana y cuñado que son grandes bebedores de los caldos con exquisito olor y sabor..
ResponderEliminarSaludos y lindos sueños amigo
Intuyo que se trata de un escudo episcopal pero trataré de confirmártelo.
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