Padres Héroes

Gracias a las aportaciones que me mandan, hoy tengo que poner este POST, que creo que es imprescindible para muchos.

Se lo dedico a mi amigo DAVID, que al leer su Post puesta en común,me dió la inspiración para recuperar esta realidad social.

El padre es el héroe y la madre la heroína del hogar.

Toda nuestra existencia la pasamos cultivando estos estereotipos.

Hasta que llega el día que el padre héroe comienza a pensar todo el tiempo y protesta en bajito y habla de cosas que no tienen ni pie ni cabeza.

Y la heroína del hogar, comienza a tener dificultades en terminar sus frases y se empieza a enojar con todo el mundo.

¿Qué hicieron estos héroes para envejecer de un día para otro?.

ENVEJECIERON.

Nuestros padres envejecieron, nadie nos había preparado para este momento.

Llegó el día en que pierden la compostura, se vuelven más vulnerables y adquieren unas manías bobas y absurdas.

Están cansados de cuidar de los otros y de servir de ejemplo.

Ha llegado el momento para ellos de ser cuidados y mimados por nosotros.

Los kilómetros andados son muchos y lo saben todo, y lo que no saben se lo inventan.

Ya no hacen más planes a largo plazo, ahora se dedican a pequeñas aventuras, como el comer a escondidas todo lo que médico les prohibió.

Tienen la piel llena de manchas y de repente están tristes.

No he dicho caducos, caducos están los hijos, que rechazan sistemáticamente aceptar el ciclo de la vida.

Es siempre complicado aceptar que nuestros héroes y heroínas ya no tienen el control de la situación.

Se han vuelto frágiles y un poco olvidadizos, tienen ese derecho, pero seguimos exigiéndoles que estén en plena forma.

No admitimos sus flaquezas, su tristeza.

En vez de aceptar con serenidad el hecho de que adoptan un ritmo más lento con el pasar del tiempo, simplemente nos irritamos por haber traicionado nuestra confianza, la confianza de que serían indestructibles como cualquier superhéroe.

Provocamos discusiones inútiles y nos enojamos con nuestra insistencia para que todo siga como siempre fue.

Nuestra intolerancia solo puede ser miedo, miedo a perderlos, miedo a que nosotros mismos dejemos también de ser lúcidos y joviales.

Con nuestros enojos, sólo provocamos más tristeza a aquellos que un día solo quisieron darnos alegrías.

Por que no queremos ser un poco lo que ellos fueron para nosotros.

¿Cuántas veces estos héroes y heroínas estuvieron noches enteras velando nuestros sueños, medicando y cuidando cuando estábamos padeciendo?.

Y nos enojamos cuando ellos se olvidan de tomar sus medicamentos, y al pelear con ellos, los dejamos llorando, olvidando lo que ellos nunca hicieron.

El tiempo nos enseña a sacar provecho de cada etapa de la vida, pero es difícil ver la etapa de los demás.

Y cuando ellos fueron pilares, a los que siempre podíamos volver y sabíamos que estarían con sus brazos abiertos, y que ahora están dando señales de que un día se irán sin nosotros.

Hagamos por ellos hoy lo mejor, lo máximo que podamos hacer, para que mañana cuando ellos ya no estén aquí, podamos recordarlos con cariño, añorar sus sonrisas de alegría y no de lágrimas de tristeza.

Al final, nuestros héroes de ayer, serán héroes eternamente.

¿Nosotros seremos los Superhéroes de nuestros hijos?.