Un finlandés ha devuelto un libro a la biblioteca donde lo cogió prestado cien años después.
La biblioteca se llama VANTAA y allí todavía no se creen el hecho, ya que por lo visto no figura en el registro el préstamo del libro, algo normal ya que este préstamo se realizó hace cien años.
Se trata de un volumen de 1.902, de la edición mensual de VARTIJA, con una temática religiosa que estaba de moda en aquellos años.
Comentan que la devolución del libro se ha realizado de forma anónima, por el temor a que pudiera ser multado, hecho que la librera MINNA SAASTAMINEN confirma, ya que en el libro en cuestión ha aparecido una nota que dice que se han de pagar diez peniques por cada semana de retraso en la entrega, lo que supondría una multa, que sin tener en cuenta la inflación sería de unos 83 €.
Y os comento esta noticia, porque de mi pequeña y escasa colección de libros, tengo algunos amigos que les ha pasado lo que a este individuo, se llevaron prestado el libro y aún no han aparecido por aquí.
Espero no tener que esperar CIEN AÑOS para recuperarlos…
Ya me lo decía mi abuela, LOS LIBROS, EL COCHE Y LA MUJER no se pueden prestar…
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