Conocer a este hombre es algo apasionante para los que gustan del placer del saber.
Desconozco si existe alguna película donde nos muestren un poco la vida de este hombre, espero que algún lector si lo sabe lo indique en un comentario.
Si leemos su apellido y como no sabemos ruso, nos puede sonar a chino, pero si decimos que fue el creador de la Tabla Periódica todos le reconocemos.
Este hombre nació en la Rusia del año 1.834, siendo el benjamín de un montón de hermanos.
Su familia tuvo que trasladarse de Siberia a Rusia por diversos motivos, lo que ocasionó que su origen siberiano le cerrase muchas puertas.
Pudo estudiar en el Instituto Pedagógico de San Petersburgo hasta que se trasladó a Alemania para seguir estudiando en Heidelberg, donde se codeo con un montón de químicos famosos en aquella época.
Volvió a Rusia y ejerció su carrera como profesor del Instituto Tecnológico de San Petersburgo y después en la Universidad, aunque tuvo que dimitir por motivos políticos.
Dirigió entonces la Oficina de Pesos y Medidas.
Sus investigaciones y dedicación a la química, que por cierto eran su pasión hasta convertirla en una forma de vida, nos dejó un gran legado la Tabla Periódica de los Elementos químicos, que por fin pudieron ser clasificados y ordenados.
Ya antes otros lo intentaron como Chancourtois, Newlands y L. Meyer, pero este gran hombre había conseguido relacionar las propiedades de los elementos químicos con sus pesos atómicos.
Esta Tabla que descubrió, se basaba en las propiedades de la estructura atómica de la materia que se determina por los electrones de un átomo en su capa externa.
Bueno esta es la historia que podemos ver en cualquier libro escolar pero no cabe duda de que este personaje esconda un sin fin de secretos de los cuales vamos a desvelar algunos.
Antes del descubrimiento de la Tabla Periódica, su fama ya era notable, pero lo era por su imagen desaliñada donde se afirma que sólo se retocaba la barba y el pelo una vez al año.
No se llevó bien con la iglesia ortodoxa rusa por un problema de amoríos y divorcio.
Era suegro del famoso poeta Alexander Blok.
En 1906 es propuesto para el premio Nobel de química que no lo consiguió por un solo voto de diferencia con el que se lo llevó, Henri Moissan descubridor del Flúor.
Toda su vida fue una obsesión por poder clasificar los átomos y usó la inducción matemática que le trajo muchas amarguras pues no conseguía tener las ideas claras hasta que poco a poco esa obsesión la tenía hasta cuando dormía por ello que muchos alegan que descubrió la configuración de la Tabla Periódica en un sueño.
Para asombro de todos y gran mérito de este científico fue el dejar los huecos, en su ordenación por número atómico, llegando incluso a prever las características de los elementos que los llenarían en un futuro.
Pero todo ser excepcional tiene un pero y Mendeléyev se cerró en banda ante los nuevos descubrimientos de la radiactividad y demás avances en el conocimiento de los átomos, llegando a descalificar los avances realizados por muchos compañeros científicos.
Un ser extraordinario sin duda, con dos claras etapas destacables en su vida, la obsesión de un proyecto científico que al final vio realizado y la negación en los últimos años de su vida a los avances científicos de sus colegas.
Finalizo este post con el recuerdo del Vodka que aún los rusos le deben mucho a Mendeléyev, la pólvora sin humo y su libro Principios de Química.
Siempre supo lo que buscaba y al final como en un sueño lo descubrió.
Y para finalizar el post os dejo un vídeo para los que son como yo de mente dura para la memorización de nombres, con este vídeo seguro que os aprendéis fácilmente todos los elementos si os gusta la música.
Como siempre dedicado de nuevo a mis amigos de Ciencias, pronto buscaremos temática para los de letras, en este blog INCLASIFICABLE hay cabida para todas las temáticas.
Una buena entrada. El vídeo es la repera.
ResponderEliminarmuy interesante la vida de este gran científico...lo del premio Nobel, no tendría algo que ver con su procedencia?
ResponderEliminarEl vídeo es genial! :)
Un abrazo.
Eugenio gracias y Volvoreta los Nobeles ya sabes lo que tienen que no son nada justos.
ResponderEliminarSaludos.