Los amigos siempre están ahí

He pasado personalmente a agradeceros a todos el apoyo recibido estos días y los helados que amablemente habéis enviado a Marta.

Los amigos siempre están ahí y eso es muy importante, nos pueden separar las distancias, las opiniones y hasta los gustos, pero la amistad es más fuerte que todo eso y los que saben el valor de la misma entienden perfectamente de que les hablo.

Gracias amigos y amigas.

Y ahora que Marta está dormida y los niños también, aprovecho un poco para contaros una anécdota del hospital.

Estaba escuchando mi mp3 favorito, la Rosa de los Vientos de Juan Antonio Cebrián al terminar de repasar los helados que se habían enviado a Marta desde el móvil, y me encantó escuchar en la tertulia del programa lo siguiente:

Los que creen en algo resisten más el dolor que los agnósticos y ateos, se han realizado unos experimentos y se han publicado sus resultados.

La prueba consistía en el estudio con escáneres de la resistencia al dolor por parte de agnósticos y católicos (en este caso), dando unos resultados sorprendentes.

A todos se les mostraba una imagen de la Dama del Armiño y se les aplicaba una descarga dolorosa de electricidad.

Curiosamente todos sentían el mismo dolor y así lo mostraban los escáneres que se les practicaba a los que realizaban la prueba experimental.

Después siguiendo las pautas del experimento, a todos se les volvió a mostrar una imagen antes de aplicarles el dolor, esta vez era la Virgen Maria de Sassoferrato.

Sorprendentemente, los resultados cambiaron, resultando que el 12% de los católicos sentía menos dolor que el resto.

En este experimento que ha sido publicado en la revista Dolor (no encontré el vínculo), nos cuentan que se aplicaban descargas eléctricas de 12 a 30 segundos y que se clasificaba el dolor de 0 a 100 con pruebas de escáner, siendo la muestra sobre individuos al 50 % católicos y resto agnóstico o ateos.

Existe una zona concreta del cerebro que está en la corteza prefrontal  donde se valora inconscientemente el dolor y la reinterpretación que del mismo se hace.

Son culpables las endorfinas que inconscientemente se general al visualizar la imagen que da felicidad y alivio para el dolor, muchos estudios se están realizando para terapias analgésicas dentro de la psicología.

La fe amortigua el dolor y hace que seamos más fuertes ante el mismo, muchos místicos como Santa Teresa de Jesús nos lo habían contado, pero estas últimas investigaciones no lo están confirmando, tener fe alivia el dolor.

Luego la tertulia derivó en comentar las 23 investigaciones publicadas, de las cuales 13 confirman positivamente que la fe ayuda en la recuperación, sin tener que se precisamente católica, islamita o budista, cualquier fe religiosa es válida.

Es sin duda el Poder de la Mente que aún tenemos que ir conociendo un poco más, pero muchos experimentos están dando sus frutos desde hace años, con los rezos pasa lo mismo, si muchas 

personas rezan a la vez pensando en un enfermo, hacen que su recuperación sea menos dolorosa.

También se ha experimentado con plantas regándolas con agua que previamente se había bendecido, con resultados espectaculares que en otra ocasión os contaré.

Bueno os he contado esta anécdota porque aún me gustaron más, en esos momentos, los helados que había recibido Marta, sabiendo u opinando que esos mensajes escritos y pensados, igual bien cargados de telepatía iban a servir de ayuda para que ese dolor fuese más aguantable.

Y que sin dudarlo al llegar a casa se puso su Virgen del Pilar en el cuello, bien cerca de la zona dolorida, que no se lo va a calmar como un buen chute del hospital, pero seguro que le ayuda.

Es por ello que os estoy a todos doblemente agradecido, los que creemos en el Poder de la Mente sabemos que no lo vemos pero ahí está, es como los amigos.