Quemando las últimas Naves

Así estamos hoy amigos, durante todo este mes de septiembre estamos quemando las últimas naves de Convivencia para que se animen a participar en esta sin igual iniciativa.

Hoy entendemos todos esta frase como el modo de actuar con decisión y a costa de cualquier precio con el único fin de conseguir nuestro objetivo.

Tiene más significado y el más correcto es el original, pues en la época más remota de nuestras civilizaciones pasadas, el quemar las naves era algo habitual.

Los pueblos vencidos antes de entregar al enemigo sus naves, las quemaban, a aquello se le llamaba "tierra quemada", para que los victoriosos no pudieran aprovechar nada.

También se quemaba la nave cuando los marinos habían conseguido una proeza y habían sobrevivido al peligroso océano, así que al llegar a puerto, quemaban su nave en honor a los Dioses como agradecimiento.

El fuego como ven lo mismo purifica que evita el botín al enemigo, y lo más anecdótico de esta historia que les cuento es que las famosas mujeres troyanas quemaron las naves de su pueblo hartas y cansadas de tanto viajar, para conseguir un sitio dónde establecerse, así que Eneas se quedo sin naves pues esas mujeres eran tan especiales como las que mi amigo Javier describe en mujeres perfectas.

Aunque ahora son tiempos modernos y la mujer perfecta para cualquier hombre puede que sea esta:

Bueno que me voy del tema sobre quemar las naves, no se confundan lo que hizo Hernán Cortes, pues este no llegó nunca a quemar sus navíos, simplemente los embarrancó para que los amotinados no pudieran huir y así quedarse en tierra.

Y así día a día durante todo el mes de septiembre estoy quemando las últimas naves de Convivencia, espero que se animen a participar, nunca fue tan fácil y sencillo formar parte de la historia, nuestra historia.