Cinco horas con Delibes

Ha sido un honor leerle y poder haberle dado muchas veces los buenos días o las buenas tardes en Valladolid, hoy se ha ido para siempre, pero nos ha dejado una obra eterna.

Se ha dicho todo sobre este escritor, sobre su persona, acá sólo queda el homenaje a tantas y tantas horas de lectura interesante y apasionante, que reflejó con grandeza una sociedad, una cultura y nuestra lengua castellana.

Cinco horas con Delibes era también lo que tenía que estudiar en mi niñez, como muchos de ustedes nuestros primeros Comentarios en Lengua los teníamos que hacer con una lectura obligada que hoy agradezco.

Cinco horas con Delibes es lo que me lleva leer un libro suyo, con una historia conocida pero siempre renovada, describiendo personajes y situaciones de una España que fue, que sigue siendo.

Cinco horas con Delibes que aprovecharán mis hijos pues su obra es inmortal y les ayudaré a entender.

Cinco horas con Delibes que sabré convertir en diez, en cien para volver a disfrutar del tesoro escondido que esconden sus relatos, sus personajes y sus desenlaces.

Cinco horas con Delibes para leer todo lo que se habla de él en la blogosfera, sintiendo como la cultura digital que vivimos revive apasionadamente a un hombre de letras.

Cinco horas con Delibes para guardar en silencio un luto interior de alguien que me mostró a amar la lectura.

Cinco horas con Delibes para aquél periodista que en El Norte de Castilla volcaba el arte de la letra indómita como periodista.

Cinco horas con Delibes son más que suficientes para recomendar a aquellos que aún no han leído un libro suyo, se animen y comiencen, les aseguro que no se arrepentirán.

Cinco horas con Delibes es la capilla ardiente que la blogosfera le está homenajeando y no sólo por su muerte, lo hace por su vida, por su narrativa.

Cinco horas con Delibes no fueron suficientes para que NOBEL se acordase de él, pero eso a un Cervantes nunca le importó, con su letra e tuvo el mejor sillón.

Cinco horas con Delibes, una vida llena de premios, una vida creando una obra, una vida que se fue y hoy todos en la blogosfera recordamos.

Cinco horas con Delibes era el tiempo que pasó desde que todos rezábamos por una recuperación que la edad ya no le permitió.

Un minuto simplemente para recomendarles Cinco Horas con Mario de obligada lectura sobre todo para algunas Ministras.

Descanse en Paz, me despido de usted como lo hacía cuándo en tierras Pucelanas sin conocerle pero sabedor de su persona, le decía alegremente buenos días y usted aún siendo este un servidor desconocido me contestaba, buenos días.