Convivencia, la Fuerza del Amor y la Tolerancia

A lo lejos divisaba con sus ojos ya muy vidriosos un planeta de color azul, a su mente comenzaron a llegar los recuerdos de su vieja y destruida Tierra, volvió a llorar por Gaia y ese día que la vio morir, sus lágrimas volvieron a caer surcando las arrugas de una cara que hacía muchos años que no exhibía una amplia sonrisa como la que ahora comenzaba a surgir.

• -       Abuelo, ¿ríes?
• -       Sí, ahí está nuestro nuevo futuro, detrás de tanta oscuridad tras la muerte de Gaia, hemos llegado a nuestro destino, mira ese planeta, es azul, como aquél en el que yo nací, como aquél que yo destruí.

El olvido le hace recordar aquellos días en los que ya no había salvación para su hogar, sombras quedan de aquellos esfuerzos por encontrar a un Dios que no daba solución ni respuestas a la incógnita de esa extraña unión que unía las fuerzas elementales de la gravedad, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte, unas fuerzas que no eran nada sin ese quinto elemento que un día descubrió como una caricia final a tanto esfuerzo por salvar a la humanidad.

• -       Abuelo ¿vuelves a llorar?
• -       Sí, recuerdo los comienzos de este viaje, sabedor de que en ese nuevo planeta que ves ahí está la nueva vida para todos vosotros, será el origen de una nueva humanidad, será el olvido de todo lo que nosotros pudimos hacer y no hicimos.
• -       Dime abuelo, ¿Por qué nunca pude acompañarte con mis lágrimas en tu dolor?
• -       Ya lo sabes, son las enseñanzas, todo el Universo tiene cientos de fuerzas, muchas ya las conocemos, este viaje nos las ha ido mostrando y otras aún están por descubrir, pero la más importante de todas es Convivencia, una unión de Amor y Tolerancia que llegamos muy tarde a entender.
• -       Pero siempre quise llorar a tu lado y no pude hacerlo nunca, soy muy feliz pero a la vez siento tristeza de no poderte consolar con lágrimas compartidas.
• -       Eres mi nieto, aún te quedan rescoldos de una culpabilidad que hoy sabemos que no existe, tus nietos están ahí saltado de alegría y visionando su nuevo hogar; ellos nunca te verán llorar, vuestras mañanas serán siempre un baño de sonrisas, el Universo es distinto desde que conocimos la mayor de las fuerzas, Convivencia, esta fuerza ha conseguido que aún exista el hombre, sabemos del poder del amor y la tolerancia, sois vosotros el futuro de un todo, de una nada.

De nuevo comenzaron a saltar en su mente imágenes de cruces bocabajo, ardían junto a un frío que aún recorre su espina dorsal, la degradación de los últimos días fue lo más denigrante que un ser humano pudo escribir en el epitafio de Gaia.

No podía sobrevivir la humanidad, llegaron tarde, no quisieron escucharme y cuando lo hicieron no había sitio más que para unos cuantos, miles de nosotros, Convivencia llegó, entre tanta guerra, atentados y sangre, nadie quería entender que eran el Amor y la Tolerancia lo único que podría salvarles.

Atención Flota Estelar en 247 horas llegaremos a nuestro destino, preparen todo lo dispuesto para comenzar un nuevo episodio en sus vidas, somos el nuevo eslabón de un pasado que todos han estudiado y comprendido, comencemos a forjar nuestro destino, la humanidad sobrevivirá. Ha llegado el momento de que comiencen a despedirse de sus familiares, ellos están preparados.

Nuevamente las lágrimas surcan esas viejas mejillas, es el momento que tantos años había deseado que llegase, demasiados para un hombre, demasiados para una mente que vio lo humillante que fue el silencio de los científicos, la indiferencia de las religiones, el pasotismo de los filósofos y la locura que poseyó al hombre en un aquelarre que aún el aroma de sangre rezuma en su corazón.

Gaia estaba viva y la matamos con lamentos de pasado, con condenas de futuro, fueron muchas bombas, hubo demasiadas guerras a la vez, hogueras de fanatismo inundaban las ciudades, mis conferencias en Internet no sirvieron de nada.

• -      Abuelo es hora de despedirse, de verdad que no puedes venir con nosotros, somos capaces de sobrevivir, tenemos el poder del quinto elemento, dominamos Convivencia.
• -       No, cuando mataron a tu padre tomamos en el Consejo de Gobierno la firme decisión de que sólo a partir de tú generación, podríais comenzar en libertad una nueva aventura de vida, nosotros aún tenemos que asimilar la venganza de Gaia, la maldad de nuestros sentimientos, la intolerancia de nuestras viejas creencias, la falta de amor que nunca llegó a llenar nuestros corazones, el odio aún es un virus que puede comenzar a latir, como el día que mataron a tu padre.

Que gran hombre pudo llegar a ser mi hijo, nunca quiso entender que nuestro destino estaría exento de un Dios, es una enfermedad de libertad y luz que invadió como un diluvio a toda una generación, no entendieron la fuerza de convivencia, sin ella cualquier otra fuerza era imposible de dominar, en este viaje surcando las estrellas.

Fue duro tener que aniquilar a todos nuestros hijos, las viejas profecías por desgracia se cumplían, entender que Amor y Tolerancia era la única Ley Universal que nos salvaría, no pudo cuajar con sus ideologías, llenas de un virus llamado recuerdo, nosotros lo vimos y no permitimos que ellos vieran la atroz forma en como murió la Tierra, nuestro hogar, su hogar.

Fueron momentos difíciles, se amotinaron y consiguieron apoderarse de toda la flota, los dos años que estuvieron al mando fueron suficientes para que renacieran las normas, las reglas y llegaran las prohibiciones y los castigos.

Un dolor en el pecho le hizo recostarse en el lecho, su nieto le atusaba el cabello, un pelo gris como el suyo, el entendía lo que le pasaba, lo habían estudiado muchas veces, era su pasado, fue el paso definitivo para su futuro.

• -       Abuelo descansa un poco, deja que yo recuerde por ti, fueron momentos muy duros, yo aún era un niño pero conseguimos destruir esa fuerza oscura que volvía a renacer para olvidar que Convivencia lo era todo, nosotros con un gran engaño os ayudamos a erradicarles de este viaje y sin pena alguna les enviamos a ese agujero negro del que nunca más podrán salir, allí sus reglas, sus normas, sus intolerancias y prohibiciones, en una nave sin rumbo y sin poder procrear encontrarían a su Dios, se darían cuenta que ese Dios es Amor y Tolerancia, algo que desaprovecharon, no quisieron aprender.
• -      Cierto, pero a nosotros aún nos duele esa pérdida, toda una generación destruida, fue duro comprobar que el hombre es difícil de educar, todo es sencillo, todo es fácil, el Universo es un Todo y existe un lazo de unión que nos hace entender esta oscuridad llena de brillantes estrellas, nuestra conciencia es capaz de entender esa gran pregunta que en mi hogar nunca descubrieron, somos Amor y Tolerancia, Convivencia es la fuerza, es ese falso Dios que tantas veces se creó y tantas veces se destruyó.

Era la hora de partir, todo el Consejo de Gobierno ponía rumbo hacia un lugar oculto para los que les despedían, era sin duda alguna, la etapa del viaje más dura, por fin  terminarían esos largos años de enseñanza para la nueva humanidad y forjar los recuerdos sólo como historia, una historia del hombre que nunca quiso darse cuenta que el Universo y Dios son uno y que ese lazo de unión que los enlazaba era la fuerza Convivencia la mayor de las fuerzas jamás conocida; debían extinguirse, ellos aún en sus cerebros tenían un virus, controlado, pero maldito y contagioso, se llamaba intolerancia y no era posible volver a arriesgar, un nuevo eslabón de la humanidad debería comenzar su andadura sin ellos.

Un nuevo hogar, una nueva Gaia está siendo poblada por nuestros nietos, bisnietos y tataranietos, pero queda en mi recuerdo aún esa lágrima caída de mi nieto el día que su padre partió a una muerte segura, sólo deseo que al callar este hecho no haya cometido el mayor de los pecados del hombre, la Soberbia.

José Senovilla