En el año 1.081 en el reinado de Barcelona estaban compartiendo mandato los hijos gemelos de Almodís que fue la esposa que raptó el Conde Ramón Berenguer I , una historia de amor y política apasionante que algún día si les apetece les contaré.
Estos eran Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II que también tienen una historia de fratricidio muy interesante, estos hermanos recibían un estupenda oferta, la del Cid Campeador, que se ofrecía a prestar servicio con sus hombres y defender ese reino cristiano.
Desestimaron a don Rodrigo, quizá por no querer tener problemas con Alfonso VI o más bien por que su fama había llegado también a sus oídos y no les convenía cuenta alguna con el Campeador, nunca lo sabremos, pero la historia nos mostrará más adelante que la vida da muchas vueltas.
El desterrado se encontró sin un reino cristiano que quisiera acoger sus servicios para mantener a todos sus hombres, ya no le quedaba más opciones que acudir a la taifa mora regentada por Al-Muqtadir, Zaragoza.
Muchos afirman que el Cid acudió allí como mercenario y lo cierto es que le unía un lazo muy importante con este rey moro de Zaragoza, Al-Mugtadir era un aliado de Alfonso VI, por lo que nuestro héroe no rompía ningún código de honor, pues ustedes ya saben que en aquellos tiempos moros, cristianos y judíos estaban obligados a convivir, luchar juntos, separados y con extrañas alianzas para sobrevivir a todos los cambios constantes que llegaban.
Ya no sería más veces llamado Rodrigo, ahora los moros le veían como un auténtico caballero mozárabe y todo el mundo le llamaba CID (recuerden que les conté que en árabe sidi significaba señor)
Al poco de llegar el Cid, el rey de la taifa de Zaragoza fallecía tras un largo reinado en el que sus tierras habían logrado una extensión jamás soñada por su tribu, decidió en testamento dejar sus dominios a sus dos hijos, repartidos de tal forma que Zaragoza fuera lo que entendemos como capital, pero las herencias siempre han traído problemas y a nuestro héroe, el de Vivar le pillan todos los trapos sucios para solucionarlos.
Al-Mutamín y Al-Mundir los hijos del rey moro fallecido comienzan a desequilibrar todo lo que su padre había planificado, por un lado Mundir quiere que Lérida sea un reino más poderoso que el de su hermano, por lo que busca ayuda a los condes de Barcelona, esos dos hermanos que como les contaba al principio desestimaron la ayuda del Cid y ahora llegaría el momento de reencontrarse con él pero en el campo de Batalla.
Por otro lado estaba Mutamín que al conocer las maniobras traicioneras de su hermano, envió a su mejor hombre, al más preparado y dispuesto a cumplir con su especial código de honor, esa misión estaba destinada para El Cid Campeador, un guerrero cristiano convertido en caballero moro para luchar contra moros y cristianos, ¿Complicado verdad?
Así comienza la historia, el Desterrado ya tenía un trabajo y en la taifa de Zaragoza seguirá haciendo historia y fraguando su leyenda, pero eso se lo cuento mañana con la batalla de Almenar.
Hombre ahi me pillas engrasado y con las pilas puestas,me lei los dos libros de Chufo Llorens,"Te dare la tierra" y "Mar de fuego" y el tema de los gemelos de Almodis lo trata bien tratado y claro me leo los libros hasta el final y se como acabo el tema de la bi gobernanza de Barcelona,como el rosario de la aurora.
ResponderEliminarEsperemos la batalla de Almenar aver que pasa...
Un abrazo
Apasionante lo de Barcelona Gonzalo, sobre todo esa aventura de amor y luego el fratricidio, pero no lo contemos ;-)) igual cualquier día del frío invierno lo contamos para todos los lectores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es interesante la historia de Barcelona y hay muchos libros que la tratan,pero esta es ademas apasionante,un frio dia de invierno...
ResponderEliminarUn abrazo
Digo yo que si fue rapto sería esclava y no esposa?
ResponderEliminarAunque bien le podía llamar esposa siendo esclava.
ResponderEliminarLogio, rapto y amor consumado, nada imposible.
ResponderEliminarGonzalo mejor en un día frío de invierno,ja,ja,ja. que no en un cálido debate que luego la gente se lanza....
ResponderEliminarUn abrazo.
Te sigo toda la epopeya del Cid que conozco a grandes rasgos pero no en sus detalles que tu estás contando muy bien....
ResponderEliminar"...El ciego sol, la sed y la fatiga
por la terrible estepa castellana,
al destierro con doce de los suyos
polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga"
De pequeño estos versos de Manuel Machado me ponían los pelos de punta.
Saludos.
Gracias Eduardo y esos versos de Machado fabulosos, muchos han contado con el Cid en sus obras y nuestra geografía está llena de pueblos que tienen alguna leyenda sobre sus aventuras.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.