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11 de septiembre de 2011

El Cid en Sevilla

Como ya saben todos ustedes, Toledo fue la capital hispanogoda y en estos momentos históricos en los que estamos hablando mucho del Mío Cid, era una taifa más pero una ciudad clave en nuestra historia y era para Alfonso VI una perita en dulce que en nombre de Asturias y León necesitaba recuperar como herencia perdida para avalar esa repoblación que muchos conocemos como Reconquista.

Recuerdan que les conté que exiliado Alfonso en Toledo allí realizó un pacto con Al-Mamún y que fue respetado hasta su muerte, curiosamente murió en Córdoba envenenado tras haber ayudado a que esa taifa también tributara al Reino de León, a partir de ese momento todo comenzó a cambiar y Toledo era esa joya que aún le quedaba a Alfonso por reconquistar.

Córdoba y Valencia conseguían su independencia ya que a pesar de que Al-Qadir puso todos sus esfuerzos no contaba con el poder de las armas suficientes y la revuelta estaba servida hasta el punto de que otra taifa ambiciosa, la de Badajoz con Al-Mutawaqil al frente intervino para evitar pagar las famosas parias de las que ya les he comentado eran un impuesto de protección que pagaban a los cristianos.

Badajoz ataca Toledo y Al-Qadir derrotado se cobija avergonzado bajo las faldas de Alfonso VI en busca de venganza amparándose en el pacto que tenía con su abuelo y que le obligaba a Alfonso a cumplirlo y darle protección.

Rio revuelto en una de las partidas políticas más importantes del reinado de Alfonso, renovó el pacto con Al-Qadir y le prometió Valencia si la volvían a conseguir, pero a cambio Toledo pasaría a manos del reino cristiano y efectivamente así fue.

Alfonso VI soñaba ya con Toledo, ciudad de la que se enamoró en su destierro, la ambición de poseer el norte y el centro y eso estaba cumpliéndose, pero hacía falta dominar el Tajo para el asentamiento, en este sueño de reconquista no se dejaba ningún cabo suelto, Alfonso demostró ser un gran guerrero pero sobre todo un experto político y ante la seguridad de conseguir Toledo, con Gregorio VII ya tenía un pacto para restaurar en esa ciudad la sede primada de esa España que nacía poco a poco, pueblo a pueblo.

Les adelanto que en esta jugada llena de política, Alfonso consiguió sus objetivos y cuentan que llegó a Tarifa y allí penetró en el mar con su caballo para demostrar el poderío en esos momentos de los cristianos y la Reconquista, pero esto puede ser parte de esa leyenda que envuelve toda la historia que se vivió.

Pero aquí queríamos hablar del Cid, ¿Qué fue de él? se preguntarán ustedes, pues como gran guerrero y conocedor de leyes, cumplió a rajatabla su cometido en la taifa de Sevilla, de su matrimonio nacerían dos hembras y un varón, recuerden que se casó con Jimena Díaz que era prima de Alfonso VI.

En Sevilla su misión era cobrar las parias para el reino cristiano, renovar ese pacto de sumisión constante a Al-Multamid y defender con sus hombres cualquier intrusión en sus fronteras, cumplió en todo momento su cometido y se ganó el respeto de aquellas gentes moras que vieron en él a un gran guerrero que lo daba todo en la batalla y era piadoso con los prisioneros, allí se ganó ese apelativo de SIDI o SID que era como le llamaban los moros, el Señor.

Mientras Afonso seguía fortaleciendo su reino, envió a Granada a uno de sus mejores caballeros, a García Ordóñez conocido también como Crespo de Grañón, Boquituerto y también como Crispín, pero sus órdenes no eran solo las de cobrar parias y mantener la lealtad, Alfonso quería que Granada invadiera Sevilla y así se evitaba molestias en la conquista de Toledo, una jugada magistralmente pensada pero que en ningún momento contó con el factor sorpresa, esta sorpresa era El Cid Campeador.

Algunos historiadores piensan que Rodrigo Díaz de Vivar desconocía los planes de Alfonso VI y puede que lleven razón pues la vida de el Cid nos muestra que siempre fue leal a su rey y también es posible que el propio Ordóñez tampoco tuviese conocimiento de que el Cid era el encargado de defender Sevilla.

No sabemos bien la carambola que deseaba conseguir Alfonso VI y si calculó bien las consecuencias, lo que si sabemos es con exactitud lo que pasó en Cabra, lugar de Córdoba elegido para la batalla, pero eso se lo contaré mañana.



6 comentarios:

  1. Tiempos revueltos para "la piel de toro", con reinos Taifas y reinos cristianos. Casi como ahora, que en cada autonomía e incluso en cada municipio, los regidores se creen soberanos que pueden hacer y deshacer lo que les venga en gana.
    Un saludo.

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  2. La historia siempre se repite y cada vez aprendemos menos de nuestro pasado amigo Cayetano.

    Un abrazo.

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  3. Esto parece un culebron venozolano,aunque sin "papaito" ni "mi amol".Espero que sea mañana que si no me oyes,estaba todo concentrado esperando el final de lo de Sevilla que me dejaste con la misma cara del Guardiola ayer,y si no avisan al portero la cara podria ser de epoca.
    Abrazos amigo

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  4. Se ve que te encanta la historia, te contaré un secreto, yo la odiaba, aunque ahora reconozco que sin elle esraríamos perdidos...
    Besos enormes mi niño precioso TQM Senovilla,

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  5. Mañana tendrás más Gonzalo, te lo ganaste a pulso por llamar mercenario a mi héroe favorito de la historia, ja,ja,ja.

    Un abrazo

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  6. Rsocanaraia, llegamos a una edad en la que soñar con los personajes históricos es más divertido que tener pesadillas.

    Un abrazo enorme querida amiga.

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