Hoy os propongo meditar con un juego y encontrar la diferencia entre las dos imágenes que os propongo, que muestran escenas muy similares pero bien diferentes.
En esta primera se observa como gente de gran poder adquisitivo disfrutan de una velada culinaria en unas aguas cristalinas que rodean una isla de ensueño y prohibitiva para gente corriente.
Como ven parecen muy felices y dichosos de ser millonarios y poder permitirse estos lujos.
Ahora veamos esta otra imagen, ha ocurrido una desgracia, las inundaciones han causado daños irreparables y la vida va a seguir su curso como el de las aguas, pero ahí el dinero no importa, lo importante es conservar la felicidad y disfrutar de ella.
Encontrar la diferencia es fácil, eso espero, ambas imágenes nos muestran dos situaciones casi iguales pero totalmente diferente, yo la diferencia que encuentro es la felicidad y la forma de afrontar la vida.
¿Usted querido lector, que diferencias positivas y negativas encuentra en estas dos escenas tan reales de nuestro mundo?
Pues en mi caso, diría que es la forma que cada uno tiene de enfrentarse a las adversidades y hacer siempre del mal tiempo, buena cara.
ResponderEliminarSí amigo Rampy, los ricos eso de las adversidades no sé como se lo tomarían, seguro que no dejaban de llorar.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por participar.
Puede que la diferencia radique en que unos saben buscarse la vida en ciertos casos y los otros, los de la "afoto" de arriba... se la han de buscar otros... no somos "naide" senovilla, jaajaja
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :))
Cierto Chema, no somos nadie, pero la felicidad nos sale siempre gratis.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por participar.
EL agua con lodo es buena para la piel.
ResponderEliminarY la comida con hambre está mas buena.
Son las diferencias más aparentes de la imagen,
De las diferencias sentimentales, no commet....
Un abrazo.
Pues más o menos. Todos tienen agua hasta en los...bolsillos. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Former, eso es sacar buen partido a las escenas,ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por participar.
Cayetano y luego están las consecuencias, ya sabes que el agua arruga mucho y si está fría además encoge.
ResponderEliminarUn abrazo.
Está claro que el dinero no puede comprar el estilo porque menudas pintas tiene la pareja de la foto superior. Por muy idílico que sea el ambiente en el que se encuentran veo tan artificial la escena que no termino de digerirla. Ellos lo llamarán exclusividad, pero tomar una cena medio sumergidos en agua mientras un sirviente en taparrabos prepara al momento las viandas, tiene el tufillo del rancio poderío europeo de la época colonial.
ResponderEliminarOtros inconvenientes: un presumible corte de digestión y el riesgo de pillar hongos en la piel.
La otra imagen supone un encuentro directo con la realidad, con personas normales y corrientes que saben sacarle partido a la vida aunque ésta se empeñe en partirles la cara en cada momento. Para ellos comer en una verdadera bendición porque después de unas inundaciones los alimentos no son abundantes. Aspecto positivo: siguen vivos después de una calamidad y tienen motivos para sentirse dichosos.
Senovilla, me ha encantado esta entrada. Te felicito.
Un abrazo tinerfeño.
CC
CC, así da gusto hacer una entrada, recibir tu comentario enriquece este rincón.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
La forma en cómo se afronta la vida puede marca las diferencias en el futuro...
ResponderEliminarUn abrazo
Mira que ser millonario para pillar un corte de digestión, tiene guasa Javier,ja,ja,ja.
ResponderEliminarAfrontar la vida es el mayor de los retos para la felicidad.
Un abrazo y gracias por participar.
Hola amigo Senovilla ... Como esta Marta???.. miles de besotes para ella..
ResponderEliminarAl mal tiempo buena cara, cada uno se busca la vida como puede, los de arriba con pagar ya lo tienen todo hecho, en cambio los de abajo necesitan muchas horas de sufrimiento para arreglar los problemas...
Cada día son mas personas que están abajo que arriba..
Besotes de lindos sueños
Balovega está estupenda, gracias.
ResponderEliminarY sí los de arriba siempre han sido pocos pero con demasiado y los de abajo cada vez somos más y con el agua al cuello.
Un abrazo con beso incluido.
Fácil, fácil... pues yo salvo el reloj que luce en la muñeca del hombre de la foto de arriba no encuentro más diferencias.
ResponderEliminarManolo (el anónimo conocido)
Es cierto Manolo, el de abajo era un casio malo y no aguantó la riada,ja,ja,ja.
ResponderEliminarEres ya el anónimo más conocido de este rincón.
Un abrazo.