Tras darme un festín culinario con un plato muy especial que ha llenado de energía mi cuerpo y es que no hay nada mejor que mezclar el placer con el comer.
Me entraron ganas de volar y subir muy arriba, al final lo conseguí.
Pero me quedaba un sueño por cumplir y era demostrar a todos mis amigos que tengo poderes y consigo hacer que mi mujer levite.
El truco no se lo cuento, aunque al de la foto le hizo falta la pastillita azul, a mi no, me había bebido un Red Bull.
Y no les cuento más que este blog es para todos los públicos.
Que bien te lo montas Senovilla
ResponderEliminarOye, los publicistas son tremendos.
ResponderEliminarNos hacen ver las cosas corrientes de otra manera.
Cierto Jose, su inventiva no tiene límite y lo mejor es que podemos disfrutar con ellos y nuestra imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Madre mía... vaya placer el de comer, eh?
ResponderEliminarMilhaud, lo más cansado al final fue lo de la levitación y es que la edad te va castigando,ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja, que bueno!!!
ResponderEliminarUn saludo
¿Funcionarán estas campañas publicitarias? Bueno... Olvidamos y disfrutamos viéndolas.
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