Era una mañana de agosto de 1978 y el afamado director de cine Claude Lelouch montó una cámara subjetiva en el morro de un Ferrari 275 GTB y le pidió a un amigo que era un experto piloto profesional de fórmula 1, se sospecha que era Jean Pierre Jabouille quien lo conducía a toda velocidad por el corazón de París durante la madrugada.
Por razones técnicas de la época la película dura sólo 10 minutos.
El recorrido parte de Porte Dauphine, pasa por el Louvre y la Basílica de Sacre Coeur.
Las calles estaban abiertas al tráfico porque Lelouch no pudo obtener permisos.
El piloto completó el recorrido en unos 9 minutos, alcanzando en algunos momentos velocidades de 325 kilómetros por hora.
Se ve como se salta semáforos en rojo, pasa al lado de los peatones, conduce por dirección prohibida o esquiva camiones de la basura.
Tras exhibir la película en público por primera vez, Lelouch fue arrestado.
Nunca reveló la identidad del piloto y la película fue prohibida hasta que hoy os la voy a dejar aquí para que disfruten de la velocidad y no se les ocurra hacerlo a ustedes si aprecian en algo su vida.
Ponga volumen a sus altavoces para escuchar el motor en todo su esplendor y no se pierdan el final ya que allí descubrirán porqué tenía tanta prisa este conductor.
Mucho amor!
ResponderEliminarYo lo arrestaría ahora mismo de nuevo.
ResponderEliminarUna locura arriesgada.
ResponderEliminarSaludos
Si se llega a estampar contra algo salta en mil pedacitos
ResponderEliminarMe hubiera encantado ver el vídeo, pero no esta disponible en esta área :( me imagino pura adrenalina.
ResponderEliminarBesos y abrazos
Impresionante, hay que estar zumbado para hacer eso.
ResponderEliminarUna metáfora preciosa de cómo "veía" Lelouch la llamada del amor...todo lo puede y no hay distancia ni obstáculos que se resistan. Eso sí, vaya tela...! (me ha subido la adrenalina).
ResponderEliminarTe dejo un beso Jose.
Sr. Senovilla,
ResponderEliminarla paciente (y nos referimos a Ana) está en estado de shock y ahora mismo no puede ponerse al blog pero nos comenta le quedará muy agradecida si le explica, en un par de líneas, porqué demonios (palabras textuales de la paciente) corría el insensato ese.
Se quedó en el minuto 7, desde entonces no hace más que gritar;
"cuidado! el camión de la basura!!",
"el semáforo!!, el semáforo!!",
"cuidado con el autobús!!"
y cosas por el estilo.
Atentamente,
el psiquiátrico.
Ana, no me digas que no has visto a la Rubia, ja,ja,ja, cuidate.
ResponderEliminarA todos gracias por estar ahí.
Rubia!!?
ResponderEliminarQué rubia!!??
Aix!! me lo voy a tener que ver toooooodo otra vez!!?
Vas a acabar con mi corazón!!
;)
Un beso "moreno"