Que hace un Chico como Yo en un Lugar como Este

A veces resulta difícil pensar en algo para sacar sonrisas a unos lectores que por desgracia en este país España las están pasando canutas, nunca se nos olvidará que casi somos 5 millones de parados.

Y aunque la inspiración a veces se vuelva perezosa, creo que es bueno hacer siempre un pequeño esfuerzo para animar a aquellos que han perdido la esperanza y con una sonrisa leyendo este rincón, olvidan sus penas durante un breve instante.

Intentaré no repartir mucho odio, aunque cuando hablo de ZP y sus compinches muchos se toman todo eso como algo personal contra sus ideologías y es que quizás no saben leer bien lo que escribo o simplemente están predispuestos a defender falsos dioses que siguen prometiendo el paraíso y bienestar para todos, pues la tierra no es de nadie, pertenece al viento y ahí no las dan todas.

Seguiremos en la línea de construir contenidos, unas veces de historia, otras de ciencia o religión o simplemente de humor, con la meta marcada siempre en la superación, pero sin olvidar, qué no lo olvido, que un blogger es un don nadie en este mundo digital tan inmenso.

Hablaremos mucho de paz y de guerra, pero no tanto como el libro de Guerra y Paz no vaya a ser que algún lector se nos duerma y total, no vale de mucho hablar y aburrir con esto, pongan cualquier día el telediario y se despachan a gusto con las revoluciones, los rebeldes, los buenos, los malos, los dictadores y las falsas democracias prometidas.

Y seguiremos con los poemas, un rincón muy especial que es dónde descargamos algo de luz a toda esa oscuridad que el espíritu nos deja a veces, algún día ese rincón será grande, muy grande, pero mientras eso llega, piano a piano, sonará música en los poemas.

Aunque muchos ya no están y otros a buen seguro se irán de este rincón, en cada artículo seguiremos dejando una semilla para que germine en el interés y pasión de esos nuevos lectores que te descubren y se animan a seguirte.

Se tendrán que aguantar si aquí alzamos mucho la voz con ciertos temas que otros prefieren no tratar en sus rincones por miedos escénicos.

No creo que consiga animar mucho a esos que puntualmente lo necesiten, pero haré todo lo posible por dejar ese comentario que les insufle ganas de soñar, ganas de vivir, ganas de escribir y compartir.

Y amigos que comenzáis en esta aventura bloguera, lo más difícil nunca es el primer artículo, ni el segundo, ni el dos mil y pico, lo más complicado es hacer el último.

Eso es todo por hoy, días en que la inspiración flojea, nada como usar la meditación de que hago yo con un blog, o como decía con gracia mi mujer recordando una canción, que hace un chico como tú en un lugar como este.