Cuando la gente discute si lo digital merece la pena, me da algo de pena no poderles convencer de que aquí se pueden tener amistades intensas como en la vida real, conocer muy bien a los amigos y compartir con ellos penas y alegrías como si fueran tan reales como los que tenemos cerca de casa.
Hoy en mi viaje peregrino he realizado una parada en casa de LaMar, una mujer encantadora que prefiero que sean ustedes los que descubran todas sus virtudes en su rincón El Interior Secreto, así que pinchen en la imagen para conocerla.
Allí, humilde y cariñosamente le he dejado Los malos recuerdos van al Mar y es que es de esas invasiones que te apetecen mucho hacer para demostrar que los amigos están siempre muy cerca, para todo y siempre, pueden entrar a dejar allí sus comentarios si pinchan en la siguiente imagen.
Y saben que mi camino por la blogosfera continúa con todos los rincones que aquí dejaron su comentario.
