Cuando uno decide dónde llevar a sus hijos para que aprendan un poco de ajedrez valora muchas cosas pero la más importante de todas es que allí dónde estén se lo pasen genial porque todo lo que se aprende con diversión perdura por siempre.
Hoy ha sido el fin del Curso en ajedrez y lo han celebrado con una fiesta estupenda en la que han jugado un torneo con todos los que habitualmente acuden a clases, han disfrutado como enanos y entre partida y partida a pesar de la lluvia juegos y juegos.
Después una estupenda comida en la que se nota que la familia Oberena de Ajedrez es mucho y saben divertirse sanamente en lo que debo destacar lo bien que se llevan todos, desde el niño más pequeño de 3 años al más mayor de todos, es alucinante ese compañerismo y respeto que se tienen entre todos, lo admiro y eso lo han conseguido los profesores, monitores y encargados del club, además del buen hacer de todos los padres.
La gran fiesta llegó con la comida en la que todos pusieron su pequeño granito, otros el arroz y un servidor de fotógrafo improvisado viendo como todos los peques disfrutaban de una estupenda paella de la que dieron muy buena cuenta.
Muy buena ya que apuraron bien el puchero, ja,ja,ja y es que la familia oberenista además de tener buenos cocineros tienen todos un buen saque así que casi no hará falta ni frotar pues la paellera quedó así de reluciente.
La fiesta continuó con los postres y nosotros tuvimos que marchar ya que por la tarde tocaba relámpagos pero no de tormenta y sí de partidas de ajedrez en la que los niños se estrenaban en un Campeonato en que las partidas son de 5 minutos.
Los dos han disfrutado a su manera, Jorge ha sufrido más porque cada vez que perdía valoraba mucho sus errores, se está haciendo mayor y aún le queda aprender a sufrir sin que se le note mucho, pero me encanta su entusiasmo, antes de comenzar el curso estaba francamente muy desanimado, pero el gran ambiente y la estupenda familia que forma el club le ha devuelto esa pasión que casi pierde el año pasado.
Lucía era la más pequeña de todos los participantes, pasó un mal rato ya que hasta que no consiguió su primer punto no comenzó a disfrutar del Campeonato, tiene que aprender a valorar que estar ahí compitiendo es siempre lo más importante, los triunfos ya llegarán y como le decía entre descanso y descanso se juega mucho mejor con una sonrisa llena de optimismo.
El día ha terminado hoy ha sido el fin de Curso del Ajedrez, pero los torneos aún siguen todo el mes y en Julio estaremos unos días en Granada, ya les contaré si es que no les aburro mucho con mis cosas.
Mucho ánimo para tus peques Jorge y Lucía!!
ResponderEliminarQue disfruten!! Y lo mejor para toda la familia!!!
Estaré esperando que nos cuentes!!
Nunca aburrís, ni un instante!
A mí particularmente me encanta cuando compartís tus vivencias y cotideaneidad familiar.
Cariños para todos!!
Lau.
Es bueno que se acostumbren a ganar y a perder. Buena filosofía para ir aprendiendo. La vida es esfuerzo.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Campeones!, ¡Campeones!, ¡Ohé! ¡Ohé! ¡Ohé!
ResponderEliminarEstupendo día en familia, donde los peques se lo pasan genial y aprenden a perder y ganar así como a valorar siempre a su contrario. que sigáis pasando estas jornadas fiestero-ajedrecistas.
ResponderEliminarUn saludo!
El ajedrez enseña muchas cosas: aprender a perder, saber ganar, pensar antes de tomar una decisión y muchas otras cosas valiosas para la vida. Me alegra que haya padres que sepan educar.
ResponderEliminarLos pequeños de la casa han crecido y sobre todo han madurado muy rápido, de ahí el fuerte nivel de exigencia que se autoimponen en cada competición. Ganar es formidable y a todos nos agrada, pero hay que aprender a interpretar la derrota como la fórmula más favorable para detectar nuestros errores o debilidades. Siempre que podamos aprender de ellos bienvenidos sean, pero nunca caigamos en la fácil tentación de sentirnos desanimados porque los resultados no se ajusten a nuestras expectativas.
ResponderEliminarTiempo, paciencia, disciplina y sobre todo ilusión son los pilares sobre los que debe asentarse cualquier propósito. Ni Jorge ni Lucía pueden permitirse el lujo de perder la sonrisa y la motivación por todo aquello que hacen. Que siempre jueguen disfrutando y viviendo con intensidad cada partida. Así, todo tiene sentido.
Un lujazo haber compartido con nosotros esas imágenes tan bonitas. Muchas gracias.
Abrazo tinerfeño, esta vez para toda la familia ;)
CC
Gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo