Nadie sabe si existió esta mujer o es simplemente el fruto de una imaginación que quiso rimar con cuento el apellido Sarmiento, lo cierto es que María tiene un cuento y se titula el El Cuento de María Sarmiento, que fue a Cagar y se la Llevó el Viento.
Hoy se lo contaba a mis peques con la nostalgia de aquel que cuenta historias que sabe y que escuchaba en su más tierna niñez, esta vez era en la hora de la comida ya que se imponía el silencio cuando en la mesa se daba algo de tabarra.
Y nos contaban el cuento de María Sarmiento:
Este es el cuento de María Sarmientoque se fue a cagar y se la llevó el viento,y cagó María Sarmiento tres pelotillas,una para Juan,otra para Pedro,y otra para quien pregunte primero.
Me hizo gracia recordar esto y compartirlo en casa así que también lo comparto hoy con todos vosotros y si alguno sabe como continua el cuento que lo DEJE en un comentario y así los lectores comparten vuestros recuerdos de esa María que quizá si existió en la imaginación de aquellas madres que quería silencio en momentos de incordios infantiles.
Un poco gorrinillo era el cuento para contarlo a la hora de comer,intentando con ello que los niños guardaran silencio.
ResponderEliminarA mi me lo contaron así :Este es el cuento de María Sarmiento,
que se fué a cagar y se la llevó el viento.
Cagó tres bolitas, una para Juan, una para pedro y otro para el que hable primero.
Yo como tengo las llaves del Cielo puedo hablar todo lo que quiero”.
Ines ese final no lo recordaba, ja,ja,ja por ello que yo también estaba callado,ja,ja,.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Tiempos cargados de ingenuidad aquellos.
ResponderEliminarUn abrazo
Oscar Cuenca me deja http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2010/02/07/portada-castillo-villalonso/415354.html
ResponderEliminarPara comprobar que sí que existió María Sarmiento.
Si se me ocurre a mí a la hora de la comida y con niños delante hablar de cagarros y pelotillas, lo menos que me llevo es una regañina de "la superioridad". Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
A mí también me lo contaban, y yo se lo conté a mi hijo. Pero me salió mal la jugada, era él el que lo usaba contra mí, el muy pillo.
ResponderEliminarHasta un día, nada más terminar mi niño el cuentecito, contesté rápida:"para mí, para mi, la pelotilla para mí" jajajaja... lo descoloqué por completo. Terminamos los dos muertos de risa.
Buen recuerdo, muchas gracias.
Gracias amigos por los comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo