Es cierto que los piratas en su esplendorosa época dorada pusieron de moda el pendiente en la oreja, eso que todos hoy llamamos piercings y que muchos jóvenes se lo ponen en cualquier parte menos en la oreja.
Y es que aquellos piratas comenzaron a usar pendiente para mejorar la vista y no por que celebrasen el día del orgullo gay en sus lóbulos.
Muchos creen que así fue como se inventó el pendiente en la oreja para los hombres ya que se basan en el conocimiento que por sus viajes de bandoleros en los siete mares conocían un poco la técnica que se usaba en la acupuntura y ya que no eran de llevar gafas por aquello de que un mar embravecido se las echaría a perder, coincide con exactitud ese agujero en el lóbulo de su pabellón auditivo con la geografía humana de lugares exactos para clavar agujas con esa técnica tan novedosa para ellos que era la acupuntura.
Y recuerden que si ven a algún pirata con dientes de oro, será imaginación cinéfila de director creativo ya que la primera vez que se usó oro para rellenar las cavidades dentales en sustitución de los dientes perdidos ocurrió en 1.855 inventado por el dentista Robert Arthur, gracias a su invento se puso de moda para por un lado presumir de estamento y más adelante salvó la economía de muchos pues hasta en algunas herencias recibir una dentadura "dorada" era todo un potosí.
Un pirata de libro, ya sabes, es el que tiene pendiente, dientes picados, pata de palo, parche en el ojo (y cara de malo, que diría el Sabina).
ResponderEliminarY es que un pirata con gafas y con buena dentadura ya no impondría respeto en los siete mares. Y así no hay productor que venda la película.
Muy simpática la entrada.
Un saludo.
Los piratas, como decía Sabina, tienen que tener unas características especiales: parche en el ojo, pata de palo, cara de malo, dos tibias y una calavera en la bandera, pendientes... No me imagino un pirata con gafas, una pierna ortopédica como la Pistorius...
ResponderEliminarUn relax, en estos tiempos, ha sido tu entrada, para sonreír.
Un abrazo.