Amanecía el día 5 de abril del 2.013 con una amenaza constante de agua y como ya estábamos habituados todos a madrugar muy pronto llegamos a la Estación de Autobuses de Barcelona y aunque nuestro autocar no partiría hasta las 3 de la tarde me habían comentado que el servicio de CONSIGNA funcionaba perfectamente y era de confianza.
Así que amigos por 5´20 € puedes dejar todo el equipaje en una gran taquilla muy vigilada y marchar tranquilamente hasta que llegue la hora del viaje, por lo que nos quitamos un peso de encima y estábamos dispuestos a aprovechar esas pocas horas que nos quedaban.
Un recorrido para conocer bien la Estación, tanto por arriba como por abajo y así también por los alrededores que nos dejaron imágenes para recordar muy agradables.
Nos hicimos cientos de fotos y visitamos el parque aunque el tiempo comenzaba a empeorar con esa lluvia que comenzó a ser cada vez más inoportuna.
Así que como aún nos quedaban unas tres horas para nuestra marcha y no teníamos que soportar el peso de las maletas nos decidimos a ver la Monumental que me pareció preciosa y luego un pequeño recorrido por un lugar que me quedé con ganas de hacer alguna fotografía más pues los pequeños detalles me encantan para mi colección personal.
Recogimos las maletas y puntuales estábamos esperando ya el autocar de regreso, que esta vez sí tenía una gran televisión pero que sólo la encendieron para ver un circuito cerrado de como salen y entran maletas así que los peques otra vez se pasarían todo el viaje sin poder ver una película.
El conductor con un vozarrón inapropiado espetó a todos los viajeros de que si la policía pillaba a alguno comiendo le denunciarían y se quedó tan pancho.
A mi me dio mucha risa, pero luego mucha pena ya que mis peques fieles cumplidores de las normas no se atrevían ni a abrir su bolsa de chuches, por lo que les enseñé el truco de la cortinilla y me comí medio bocadillo de chorizo, mi mujer se moría de risa por la situación.
Pero amigos por más que les insistía a los peques de que podían comer unas patatas fritas sin problemas o un triste regaliz, erre que erre ellos a cumplir la norma que con un vozarrón había dictado aquel conductor.
Yo venga a dercirles que no se preocupasen que la multa la pagaría yo si era necesario no me hacían caso así que di buena cuenta de otro medio bocadillo de jamón.
Ante tanta risa que tenía mi mujer y la cara de asustados que ponían mis alicates por mi arrogancia y desobediencia cayó media bolsa de patatas en mi poder y ante tanta valentía por fin conseguí que ellos dieran buena cuenta de las chuches y unos donuts.
Más risas por parte de mi mujer y mía, seguro que por dentro Jorge y Lucía se pensaron como no hagamos algo al respecto este papá es capaz de zamparse nuestras chuches y por ahí no podemos pasar.
El viaje se hizo algo pesado, pero las dos primeras horas estuvo lloviendo bastante por lo que agradecí no tener que ser yo el conductor.
Llegamos a Pamplona y hacía bastante frío y la casa estaba destemplada, pronto estábamos echando de menos nuestra aventura en Barcelona.
Al día siguiente nevó con ganas en Pamplona y por ello ese contraste de un día primaveral en el zoo que tanto recordábamos se nos hacía ya excesivamente lejano en el tiempo y además pronto comenzaría el sota, caballo y rey de una vida que prosigue con las actividades cotidianas de siempre.
Ha sido un placer contarles a todos ustedes estas vacaciones y compartir esas pequeñas anécdotas que nos ocurrieron en la ciudad Condal de la que confieso estar enamorado ya que siempre nos ha ofrecido a todos los turistas una calurosa bienvenida y nos ha regalado tanto arte y cultura que nuestras retinas son incapaces de asumirlo todo, por lo que siempre es necesario volver y volver.
Estos artículos que he publicado estos días están dedicados especialmente a los familiares y amigos que entran a saber como nos lo hemos pasado en Barcelona y a todos los pacientes lectores que siguen día a día los Pensamientos JFS.
Qué anécdota tan bonita para tu libro de recuerdos y las fotos preciosas, Brcelona es una ciudad "casi" tan bonita como Madrid jajaja
ResponderEliminarBesos Jose y para tu mujer y los peques, que tengas una estupenda semana y gracias por contarnos vuestro viaje,
Ha sido en realidad un placer para mí, que nos hayas compartido tu viaje!!
ResponderEliminarSaludos a la familia toda!!
Lau
Roscanaria, Madrid es bonito pero creo que Barcelona tiene un encanto especial.
ResponderEliminarUn abrazo y me alegro que te gustase la aventura narrada.
Amiga Laura tenía dudas si contar la aventura en el blog ya que muchas cosas se omiten en la historia contada por ser personales o familiares, pero al final lo hemos hecho y creo que ha quedado muy bien.
ResponderEliminarGracias por estar ahí Lau, un abrazo con beso incluido.
A mi me ha encantado leerte, he disfrutado también con vuestras aventuras imaginandoos allí.
ResponderEliminarLo del chófer no tiene nombre, siempre hay algún borde por ahí. En los autobuses no está prohibido comer y mucho menos te pueden multar. Lo que le fastidiaba a ese buen hombre es que luego el autobús lo tiene que limpiar él; qué triste no querer hacer su trabajo cuando tanta gente estaría más que contenta de hacerlo. Y esto lo digo con conocimiento de causa, que mi hermano es chófer de autobús y también a veces se queja de lo "cochina" que es la gente, que todo lo tiran al suelo... Pero afortunadamente vosotros sois gente con educación cívica, aunque hayáis pagado esta vez por los que no lo son.
Un abrazo a la familia
Ah! por cierto, justo al lado de la estación de Sants, en Agosto, se celebra uno de los torneos de ajedrez más importantes de Barcelona, quizá algún día podáis volver por esas fechas... o nosotros, jejeje
ResponderEliminarCon este humor da gusto ir de viaje. Me imagino a los chicos asustados no fuera que su padre le comiera los chuches. Bastante tenía el conductor con la lluvia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vamos, que los chicos dieron buen ejemplo de buenas maneras en el autocar. Para mí que les dio miedo el del vozarrón. Jejeje.
ResponderEliminarUn saludo.
Cayetano sí, les dio miedo el conductor y que están acostumbrados a tomarse muy en serio las normas ja,ja,ja no como el padre y máxime cuando lo que dijo ese hombre era ridículo.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Valverde de Lucema sí, con sonrisas y alegría es como mejor se lo pasa uno por ello que durante todo el viaje se lo pasaron genial, en el zoo hubo anécdotas impresionantes ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Nati por seguir esta aventura, lo hemos pasado genial y el siguiente destino Granada que ya veremos que tal se plantea, aún tengo pendiente la confirmación para ir pero espero que al final de este mes lo sepa con seguridad.
ResponderEliminarLo del chofer es de alucinar, pero bueno uno puede comprender ciertas cosas, pero acojonar así a la gente no es muy lógico y más a los críos, me recordó a un conocido tuyo y mío que en algún torneo de Ajedrez se comporta así con los adultos, a base de VOZARRONES....
Y sí ya me gustaría ir a Barcelona para jugar al ajedrez con ellos pero no se puede conseguir tantos días para el deporte....el trabajo no lo permite ;-))
Bueno ya nos veremos un sábado de estos cuando comiencen a jugar primera y segunda en el mismo local.
Un beso