Bailando con Tiburones

A pesar del madrugón que nos habíamos dado después de comer no nos dio la modorra pues nos fuimos a disfrutar de un café con vistas al mar en el Maremagnum de Barcelona así reponíamos fuerzas para visitar otro de esos lugares que estaban en nuestra lista y que sabíamos que a Jorge y Lucía les iba a encantar ya que estas vacaciones eran su premio por el buen año que están teniendo tanto en los estudios como en el Ajedrez.

Durante el camino hablábamos de muchas cosas que habíamos disfrutado ya y de lo bonito que sería que en una próxima visita acudiésemos a ver una opera en el Liceo; a Lucía le encantaron estos pendientes que les muestro.

Y llegamos al Acuarium de Barcelona y comenzamos a disfrutar como enanos, ya saben ustedes que yo tengo dos acuarios en casa y me encantan los peces, pero es que el amigo Jorge está apasionado con ellos, sobre todo con los grandes y con dientes afilados así que al llegar a la zona de los tiburones estaba entusiasmado y me puse en sus carnes recordando mi niñez.

Cuando uno es pequeño aprende el peso, la medida y hasta la cantidad de dientes que tiene un animal, pero eso de verlo bis a bis es el no va más, se dan cuenta nuestros hijos de la inmensidad del escuálido de la grandeza del tiburón y de lo amenazante que puede ser una anguila.

Les dejo una galería a la que pueden entran si pinchan en la siguiente foto de la cantidad tan grande de peces que hemos visto y disfrutado en el Acuarium.

Jorge y Lucía durante más de tres horas iban de pecera en pecera contándonos que peces eran, en que mares vivían y hasta si eran capaces de atacar al ser humano.

Existen muchos debates sobre la cautividad de los animales, pero estos microcosmos de su ecosistema que se crean para los peces son estupendos para su supervivencia y una garantía de que los más pequeños aprendan mucho más sobre la riqueza de nuestros mares y la gran preocupación que debemos de tener para conservarlos.

Así que terminado el Acuarium y con las piernas ya cansadas una buena merienda para reponer fuerzas y hablar sobre los peces que se han extinguido, el peligro de que las ballenas no vuelva a existir y la pena que da que animales tan longevos como la tortuga queden enganchadas en las redes de los pesqueros fue una tertulia educativa y constructiva, por dentro mi mujer y yo nos mirábamos diciendo con la vista que habíamos acertado.

Un lugar el Acuarium que les recomiendo visitar si tienen ustedes niños, aprenderán mucho y valorarán mucho más las riquezas que extermina el ser humano en los mares y océanos de esta GAIA enferma,; y además en la Web pueden encontrar vales de descuento para las entradas.

El día había sido muy completo pero aún quedaba mucho que ver y había que exprimir un poco más la visita, sin cansarnos mucho que al día siguiente nos esperaba el Zoo por lo que dimos un paseo por el muelle.

Y seguimos el paseo viendo barcos y buques y estábamos ya tan cansados que decidimos hacer una cena ligera y recogernos por que las aventuras que nos quedaban aún por disfrutar merecían unos cuerpos dispuesto a explotar cada minuto en Barcelona.

Durante todo el día habíamos mirado el reloj sólo dos veces, cuando uno disfruta de lo que está haciendo el tiempo no importa y es lo más importante cuando se está de vacaciones, así que a la hora de acostarnos tras una larga tertulia de todo lo que nos esperaba al día siguiente dormimos como auténticos lirones y volvimos a madrugar.

Comenzaba un día 3 de Abril con un tiempo que apuntaba calor y el día prometía mucho para nuestra visita al Zoo así que si siguen siendo pacientes mañana les cuento como lo vivimos, por hoy disfruten de la galería de fotos del acuarium y no sean muy críticos con el fotógrafo ya que los peces son complicados de fotografiar porque se mueven continuamente, la luz es escasa y ese cristal es un maldito aliado.