A la hora de plantear nuestro viaje a Barcelona lo primero que hicimos fue elegir el mejor medio de transporte atendiendo a varios puntos para elegirlo.
La primera búsqueda la hicimos con los precios para viajar en avión, miramos bien todas las ofertas y calculamos el coste de ida y regreso del aeropuerto a casa, nada más hacer las cuentas pusimos un no en esta forma de viaje que a pesar de ser la más rápida y cómoda se nos escapaba del presupuesto, había alguna opción de esperar a la oferta de última hora pero como íbamos con niños la descartamos de inmediato.
Sí, hablo de presupuesto porque todo viaje debe tener un presupuesto, un cálculo de cuanto te puedes y debes gastar como máximo ya que si lo superas o bien te sobra el sobra el dinero o tendrás que pagar esos excesos el resto del año.
Nuestra segunda opción era el tren, una noticia sobre el abaratamiento de los viajes en AVE nos hizo buscar y rebuscar la mejor combinación posible desde Pamplona a Barcelona y por supuesto que calculamos los costes con todos los descuentos que nos podían aplicar y por supuesto el coste de ir y volver a la Estación de RENFE. Esta opción no la descartamos pues no era excesivamente cara, el único inconveniente eran los transbordos en Zaragoza.
El coche, que maravilla eso de ir en coche, ¿Pero qué hacer con el coche en Barcelona si en el lugar que nos alojamos no cuenta con aparcamiento gratuito?, había muchas opciones para dejar el coche aparcado gratis pero luego desplazarte en metro hasta el hotel, pensamos que nos daría mucha rabia tener que hacer eso y sí además lo quisiéramos usar allí para algún desplazamiento sería un engorro más que nos robaría mucho tiempo.
No obstante con el coche hicimos cuentas, la gasolina y las autopistas ya que soy conductor acomodado a la garantía de seguridad que da ir por una buena vía y los gastos de un par de paradas que realizaríamos. No lo descartamos pues siempre solemos viajar con el coche.
Y por fin el autocar, buen precio y cerca de casa para la ida y la vuelta con maletas, buen horario para ir y buen horario para volver, lo tenía todo y era de las mejores opciones.
Elegimos el autocar ya que el avión quedó descartado, el tren era mucho más caro y el coche en Barcelona no lo íbamos a usar, además de tener en cuenta que para tan pocos días el equipaje no era excesivo.
Fueron 182 € bien invertidos para ir y volver de Barcelona, lo malo eran esas 6 horas que duraba el viaje y lo bueno que como sacábamos lo billetes con antelación suficiente a la hora de comenzar las vacaciones era un gasto que ya teníamos pagado y casi olvidado, algo que en coche nos hubiera dolido mucho en cada gasolinera que parásemos a repostar o en cada peaje que tuviésemos que pagar.
El autocar no pintaba mal, según sus logos tenía de todo, pero lo cierto es que una vez que estás dentro te das cuenta que eso de TV es falso, no sé si por la crisis, los derechos de autor o lo que sea, la televisión brilló por su ausencia a pesar de tener unos aparatos muy chulos que Lucía durante todo el viaje se dedicó a chutar en todos los botones por si de casualidad salía algo en la pantalla.
Se hizo largo el viaje pero bueno me acompañó un par de horas LA ESCOBULA y ya que portaba conexión WIFI aproveché para leer todos los RSS que sigo de blogs amigos, y con una parada de 20 minutos para estirar piernas el viaje al final no se hizo tan pesado como cabría esperar.
Eso sí, es una pena que en el siglo XXI los baños que tienen estos autocares sean tan cutres, pero bueno por lo menos para una meada hicieron su labor.
Cuando salimos de Pamplona era las 08:25 y comenzaba a llover así que mi mayor preocupación era calcular bien en Barcelona dónde íbamos a ir cada día según la estimación del tiempo que nos daba el móvil.
Y sí amigos, cayó un sueñecito en el viaje, uno está ya mayor para tan largos recorridos y la cabezada era necesaria, así que soñé durante unos 15 minutos con todo lo que veríamos en Barcelona, allí en mis sueños estaba la tienda MAC de la que tanto me habían hablado algunos amigos que la conocían.
Sí a la izquierda están Jorge y Lucía dando caña a unos juegos mientras el papá hacía fotos ya que amigos los sueños se cumplen.
Y llegamos a Barcelona sin novedad a las 14:20 del día 1 de Abril del 2.013, y pasó algo inesperado a nuestra llegada al hotel, pero se lo contaré en el siguiente artículo.
Eso sí, es una pena que en el siglo XXI los baños que tienen estos autocares sean tan cutres, pero bueno por lo menos para una meada hicieron su labor.
Cuando salimos de Pamplona era las 08:25 y comenzaba a llover así que mi mayor preocupación era calcular bien en Barcelona dónde íbamos a ir cada día según la estimación del tiempo que nos daba el móvil.
Y sí amigos, cayó un sueñecito en el viaje, uno está ya mayor para tan largos recorridos y la cabezada era necesaria, así que soñé durante unos 15 minutos con todo lo que veríamos en Barcelona, allí en mis sueños estaba la tienda MAC de la que tanto me habían hablado algunos amigos que la conocían.
Sí a la izquierda están Jorge y Lucía dando caña a unos juegos mientras el papá hacía fotos ya que amigos los sueños se cumplen.
Y llegamos a Barcelona sin novedad a las 14:20 del día 1 de Abril del 2.013, y pasó algo inesperado a nuestra llegada al hotel, pero se lo contaré en el siguiente artículo.
Hace mucho que no viajo en autobus pero llegué a odiarlos.
ResponderEliminarYo calculo tambien cuando hago un viaje y siempre llego a la misma conclusion,para que inverti 24000 euros en el coche,400 de seguro a todo riesgo,120 de impuesto de circulacion,mantenimiento,etc? Pues para disfrutar de el y que le den a la dictadura de los transportes publicos.Seran competitivos pero no deja de ser una dictadura.Siempre llevo el coche y si tengo que moverme por la ciudad y queda fuera de mi radio de acciion de piernas o llueve a mares llevo el coche,es un gasto si,,pero es el precio de la libertad.
ResponderEliminarEl miercoles vere como me salto el peaje que hay a la entrada de tu carisima ciudad,ya tengo una idea que ire perfilando porque pagar 2 euros y pico por nada me parece abusivo.
Un abrazo y me alegro hallas disfrutado
Para mi lo más cómodo es el tren, porque se pueden estirar las piernas. En el bus va uno encajonado sin poderse mover. El coche da más libertad, es cierto, pero requiere más trabajo y luego no sabe uno dónde guardarlo. Del avión no digo nada porque lo tengo prohibido.
ResponderEliminarEspero disfrute de Barcelona.
Pues a ver al siguiente post del viaje, de momento, a mí me has enganchado y gustado muxo. Aunque debo reconocerlo, yo hubiese cogido coche, porque lo del bus lo llevo un poco mal. Un abrazo y me gustaría con tu permiso quedarme por tu blog. Un abrazo
ResponderEliminarAlabo tu decisión de dejar el coche en casa. Barcelona es una ciudad algo complicada para los visitantes que vienen con su propio vehículo, si el hotel no dispone de parking propio. La red de transporte urbano es bastante eficiente en cuanto a cubrir los lugares "visitables" de la ciudad. Y sacar un abono de diez viajes es bastante económico, sobre todo teniendo en cuenta que es un billete combinado que permite el transbordo entre autobús, metro y tranvía en un solo uso.
ResponderEliminarEspero el siguiente "post".
Un abrazo
Coño... ahora que estábamos emocionados ya todos con empezar el viaje, vas y NO lo cuentas... grrrr
ResponderEliminarPor cierto, a mí el autobús para viajes cortos sí, pero para más de 2 o 3 horas... como que no.
Yo hacía más de 20 años que no cogía un autocar, si mal no recuerdo aún se podía fumar en ellos Logio.
ResponderEliminarGonzalo yo el coche ya lo amortizo con exceso en la ciudad, es más si hacía el viaje se me adelantaba la revisión un mes, así que mejor que mejor, ja,ja,ja.
Bwana disfruté mucho y lo mejor de lo mejor es el avión pero hay que pillar con mucho tiempo la buena oferta y sale así muy rentable.
Elsillóndepapá eres bienvenido y ahora me pongo a continuar el relato.
Rodericus así fue, en Barcelona el transporte público está muy bien.
Nati que ya he contado el viaje en el autocar, ja,ja,ja, ahora me pongo con la llegada.
Gracias amigos por los comentarios. Un abrazo para repartir entre todos.