Sagrada Familia un Lugar de Poder

Retomamos nuestro viaje a Barcelona, nos centramos en la historia que es la del jueves día 4 de abril del 2.013 y esta vez el madrugón era para acudir a la Sagrada Familia un lugar de culto, un sitio lleno de arte y una obra inmortal que aún no está terminada y que formará parte de la historia con ese regusto que a uno le deja saber que estuvo allí.

Si han leído algún libro sobre catedrales o alguna serie que narra como se comenzaron a construir se percatarán aún más de la grandeza que tiene este tipo de arquitectura..

Habíamos desayunado copiosamente ya que al ser nuestro último día lo teníamos que explotar aún más que los anteriores y por ello a las 10 de la mañana estábamos frente a la Sagrada Familia, contemplando, haciendo fotos, dando una vuelta a su inmensidad y muy a pesar de las grúas y andamios que afeaban aún este edificio lo disfrutamos tanto que cuando nos dimos cuenta era la hora de entrar, el reloj marcaba las 11 de la mañana y como teníamos las entradas de los peques en un día de Arco Iris Doble y las nuestras sacadas por internet no tuvimos que aguantar ninguna cola.

Ciertamente entrar a visitar la Sagrada Familia se le hace a uno tremendamente caro, pero nada más entrar y descubrir ese monumento cultural y esa fantasía tan ingeniosa de Gaudí te das cuenta que quizás no sea tan caro lo pagado y que mereció la pena el esfuerzo.

Los ojos del creyente encuentran en la Sagrada Familia un lugar lleno de poder como les contaba en este artículo sobre líneas en las que habita el hombre, cada rincón es especial, cada haz de luz es espectacular, un lugar muy difícil de entender para el que no cree.

Los ojos del espectador cultural también alucinan ante la maestría con la que Gaudí transportó la naturaleza tal cual con sus formas a la arquitectura empleada en este templo, las columnas en forma de árboles que sujetan ramificadas todo el templo son espectaculares.

Para mayores y para niños esta visita no nos dejó indiferentes a ninguno de nosotros, salimos muy contentos de la misma y nos gustaría que antes de ser excesivamente mayores podamos ver terminada esta maravillosa Catedral ya que sus vacíos inacabados te trasladan a épocas medievales y románticas de tiempos tan lejanos que sin querer se convierten pon un instante en un sueño deseado de vivir.

Nos dieron las 2 de la tarde y el hambre comenzaba a apretar así que nos fuimos al Barrio Gótico a comer y seguir viendo todo ese casco antiguo que ha sobrevivido al paso de mil historias y allí perdura con su nobleza dispersada y admirada por el turismo que visita Barcelona.

Qué bien comimos y que pena que estuviera lloviendo un poco sí y un poco no, pero bueno nada como seguir en ruta y visitar tantos y tantos rincones que nos ofrece el Barrio Gótico de Barcelona.

Cada vez que un servidor está en lugares tan históricos como este del Barrio Gótico recuerda un artículo que compartí sobre el olor de la tierra que pisamos, así que si lo leen sabrán como nos lo pasamos de bien allí.

Recuerdan ustedes que les conté que alguna vez tendríamos que acudir al Liceo con los peques para escuchar ópera, pues esa tarde unos cantantes de calle nos deleitaron con varias Arias que dejaron con la boca abierta a mis hijos, no lo hacían nada mal y fue un placer estar escuchándoles un buen rato, deseándoles que su gorro esté lleno de monedas constantemente para que sigan dando voz a las calles de Barcelona.

Fuimos a ver una preciosa Rosa de los Vientos que tantos recuerdos me trae a la cabeza pues es un símbolo que con fuerza y honor mantenemos eterno en nuestro corazón siempre.

Estuvimos en la tienda de Appel y aluciné de la grandeza de esta compañía con la que comparto el ordenador y el móvil con los que estoy especialmente súper-contento siendo ciertas todas las cosas que me habían contado sobre ella y de como se imparten clases gratuitas para aprender a manejar la manzanita.

Vimos muchas cosas más, pero el día tocaba su fin y los niños estaban antojados de hamburguesas ricachonas así que busqué entre las ofertas de mis vales 2x1 y como es ya habitual en estas vacaciones que les narro fue estupenda esa sensación de ahorro que uno siente a la hora de pagar.

El día terminaba y creo que algunas cosas de las que vimos y visitamos me he podido saltar, han sido tantas y tan bonitas que al llegar a nuestras camas estábamos tan cansados que los sueños nos inundaron nuestros pensamientos hasta un amanecer en el que había que hacer las maletas y aprovechar esas últimas horas de Barcelona antes de poner rumbo a Pamplona.

Mañana intentaré contarles como acaba esta aventura, gracias por seguirla con tanta pasión y sobre todo a los que me mandan esos correos tan cachondos con mochilas....sí soy mochilero de vez en cuando pero no exageren amigos...