Mi querida amiga
María de Mi Pluma de Cristal, sabedora que ando de viaje por la blogosfera y tengo el blog algo abandonado, ha decidido mandar un artículo invasor para que no se quede este rincón sin contenido durante estos días de peregrinación.
"Diálogo entre dos niñas Pequeñas"
L.- ¿Mañana por la tarde puedes salir un rato para jugar?
N.- ¿A qué hora?
L. -¿Puedes salir a las cinco de la tarde?
N.- No puedo que tengo deporte, ¿y tú puedes salir a las siete y media de la tarde?
L.- Yo no puedo que tengo piano a esa hora.
N.- ¿Y puedes salir a las ocho y media de la tarde?
L.- No puedo que a esa hora tengo que hacer los deberes ¿y el martes a qué hora puedes salir tú?
N.- El martes no puedo a ninguna hora porque tengo que ir a deporte, luego tengo inglés y después tengo que hacer los deberes ¿y el miércoles puedes salir?
L.- Tampoco puedo salir el miércoles porque tengo que ir a música, después a natación y luego tengo que hacer los deberes ¿y tú puedes el jueves?
N.- Tampoco puedo salir hasta las siete y media de la tarde ¿tú puedes a esa hora?
L.- ¡Vale! pues entonces quedamos para el Jueves a las siete y media hasta las ocho, porque después tengo que hacer los deberes.
Este diálogo producido entre dos niñas pequeñas, que ha sido verídico, y que yo lo he presenciado ayer, es la pura y triste realidad de nuestros días; dos niñas que están intentando buscar un hueco para poder salir a jugar y que no encuentran ni el día ni la hora por tener su agenda semanal completa, y que al final, han encontrado un hueco de media hora en la mitad de la semana ¿no os produce un poco de tristeza a vosotros?.
Mientras que los adultos trabajan laboralmente ocho horas diarias, a los niños les estamos exigiendo muchas más horas, ya que no sólo tienen que ir al colegio durante cinco horas diarias, sino que, además, por las tardes tienen que ir a las clases extraescolares, y que después, al llegar a casa, tienen que hacer los deberes escolares.
Espero que todas las personas que tengamos hijos pequeños, empecemos a concienciarnos de esta realidad, que está patente en nuestros días actuales y que, verdaderamente es algo conmovedor, el que nosotros los padres, les estamos exigiendo tanto a nuestros hijos, ya desde niños, porque, lo más importante no sólo está en aprender, ya que la etapa infantil, una de las cosas más trascendentales para realizarse como persona, está en el juego.