No nos salva ni la Campana

La Edad Media tiene esa luz que muchos no atinan a ver y es que amigos nunca fue una época tan oscura como nos han vendido los literatos, si rebuscamos en páginas de buenos historiadores veremos que había mucha inteligencia y avances que aún hoy en día nos suenan muy recientes.

Salvarse por la Campana es uno de esas frases hechas que utiliza el pueblo sabiamente en algunas situaciones, por ejemplo ayer España en el fútbol se salvó por la campana, pero esta frase tiene unos orígenes históricos y nos llegan de la Edad Media.

En aquellos tiempos las enfermedades y la guerra se llevaban por delante a miles y miles de ciudadanos que sin medios y sin médicos que certificasen una muerte, eran enterrados con rapidez para evitar infecciones mayores.

Ser enterrado con vida es de las peores pesadillas que tiene un ser humano y en tiempos medievales era algo tan habitual que inventaron con ardua inteligencia un método a priori infalible.

Se le ataba un cordel al difunto que iba unido a una campanilla en el lugar elegido para su entierro y si sonaba durante los primeros días la campana, era señal de que aún estaba vivo.

Para que este método funcionase se tenían que dar dos factores elementales, tener a alguien que velase porque al fallecer te pusiera un cordel en el dedo unido a una campana y que también velase por escuchar atentamente si se producía ese sonido en el que pudiera tintinear la campana y así luego poder presumir de que fuiste salvado por la campana.

De aquella época nos llegan los velatorios, ante la dificultad de proceder con el anterior método sonoro para salvar a un enterrado vivo, se tomó por costumbre tener al fallecido en el hogar varios días hasta confirmar que no volvería nunca más al mundo de los vivos, por ello eso de velar a los muertos fue y es una tradición que aún en occidente practicamos.

El mundo parece estar contra la Economía Española piensan que no nos salva ni la campana, pero lo que desconocen es que aquí aún conservamos esas viejas costumbre medievales y seguimos velando por este país que yace muerto en espera de que suspire de nuevo por vivir.

Pero como siempre nuestros políticos no deberían seguir descuidándose ya que huele a muerto y esa es una señal muy mala tanto para la Prima de Riesgo como para entender por parte de esta sociedad que ni con cordel y campana volverá a ser todo lo mismo en algún momento.

Así que en las próximas tardes de verano si tienen ocasión les recomiendo ver una película muy vieja que seguro les hace pasar un rato muy divertido y así sonríen un poco ante este malestar que nos está abrasando como sociedad.

Se titula ESTE MUERTO ESTÁ MUY VIVO, un título que me gustaría que próximamente tuvieran en cuenta los mercados con España.