LOS SABORES DEL AJEDREZ

Bueno amigos, ha sido un fin de semana con mucho Ajedrez y es que Jorge ha participado en este campeonato como jugador Sub-10.

De nueve puntos posibles ha conseguido la friolera de 4 y es que competir con niños mayores que él es un hándicap y un aliciente para seguir siendo un apasionado del juego del Ajedrez.

Sabor de gloria por estar en un Torneo perfectamente organizado donde se puede disfrutar viendo a Grandes Maestros y Maestros Internacionales jugando al mismo tiempo que el resto de participantes, donde una gran mayoría eran niños de todas las edades.

Una gran organización y gestión del campeonato donde todos hemos podido ver todas las partidas y observar como juegan los auténticos Maestros de este juego, algo que es de agradecer sobre todo para nuestros pequeños.

Sabor de amistad, los más pequeños entre partida y partida han estado jugando en los columpios y haciendo nuevas amistades, algo bueno para comprender que este deporte no es simplemente individual y que no estás solo ante el tablero.

Sabor de derrota, aún son muy jóvenes y los columpios igual que han fomentado su ocio y amistad con nuevos compañeros, hacen que se llegue a la siguiente partida algo desconcentrado.

 

Y es que perder una partida como esta por falta de concentración sirve para aprender que en los campeonatos existen dos tiempos, uno el de ocio y diversión y otro el de seriedad y concentración, pero de eso se trata cuando los peques acuden a los campeonatos, APRENDER y de verdad que aprenden porque cuando finalizan la partida se dan cuentan de todos los errores cometidos.

Ganar, empatar, perder, todo se mezcla en un sin sabor para el jugador, cuando pierde aprende, cuando empata aprende y cuando gana aprende.

Pero amigos lo mejor es el Sabor de la Ilusión, entre partida y partida sueñan con ser los mejores, con ser unos campeones, cierran los ojos y disfrutan por unos instantes de lo mejor de un campeonato, el estar ahí que es lo importante, PARTICIPAR.

Lo que daríamos muchos por volver a disfrutar de esos sueños como lo ha hecho Jorge hoy, y es que de vez en cuando tendríamos que tener el Sabor de la Ilusión más concentrado.

Ha sido un fin de semana lleno de Ajedrez en nuestra casa y lo he querido compartir con ustedes, porque este juego tiene algo especial y Jorge lo está empezando a descubrir y yo comienzo a recordarlo.

Para un padre su hijo es siempre un campeón en todo lo que haga, gane o pierda da completamente igual, lo más importante es que después de una derrota, el Sabor de la Ilusión sea lo que cuente y valga para enfrentarse de nuevo a la soledad de un tablero (partida que esta vez ganó con soltura).

 

Marcho ahora al Salón que me espera un tablero y un niño que antes de irse a acostar desea ganar de nuevo a su padre en este viejo juego que es el Ajedrez.