Estos días están pasando rápidos ya que las navidades están siendo distintas a las de otros años puesto que este 2.012 posiblemente haya sido el peor año de la reciente historia de España y todos estamos cargados con una furia punitiva que es difícil de reprimir en nuestro subconsciente.
La situación en que nos encontramos ha sido consecuencia de unos y de otros y de todos juntos, políticos, banqueros, empresarios, trabajadores y ciudadanos en general por ello que nuestra furia aún es más intensa ya que no hay un claro culpable al que colgar todos nuestros males.
Personalmente estoy controlando mi propia furia con el uso racional de esa filosofía que te empuja a superar cualquier reto que se interponga en tu camino, más no dejo de pensar en que muchos se libran de ese castigo que tanto se merecen por llegar a dónde hemos llegado y vivir unos momentos históricos poco deseados.
Matan a un bebe y conocedor de las penas y castigos de este país sigo sin entender al legislador y ese modelo de reinserción que no está adaptado a resarcir a las víctimas y sí a beneficiar en exceso a los culpables.
Sigo sin entender como aún hay una parte de la sociedad que confunde términos de inmigración con racismo, legales con ilegales, balseros con invasores, buenos empresarios con extorsionadores de hombres libres, una sociedad que no asume bien los ideales con la realidad y confunde a veces adrede la realidad con la utopía de un mundo mejor y para todos.
De política sé muy poco pero con mi libertad expreso lo que siento y me da mucha furia de aquellos que no dejan de etiquetar a los demás para verlos con su especial cristal de las ideologías sin entender con seriedad que un ciudadano normal suele ser apolítico y que vota con libertad a quién en esos momentos cree que le va a dar un Gobierno con estabilidad para vivir dentro de un bienestar razonable.
La religión, ahí les han dado a muchos cretinos mediáticos por confundir sentimientos personales e individuales de cada ciudadano con ataques generalizados que a base del chiste fácil que hieren en exceso a una parte importante de este país sin pensar en las consecuencias morales de esa furia punitiva que al final inocentes pagan por la incomprensión de aquellos que no viven en libertad su forma de entender la religión y sufren indebidamente todo aquello que recoge sobre religión nuestra Constitución.
Las necesidades sociales tan mal interpretadas por gobernantes, tan abusadas por muchos, tan necesarias para muchos, tan olvidadas para los que no las tienen, tan sangrantes para los que las padecen, que sigo sin entender como se pueden usar de arma arrojadiza para determinar ideologías y no para unificar fuerzas en una necesidad imperiosa de un bienestar mínimo necesario y garantizado por ser racionalmente necesario.
Millones de parados, millones de funcionarios, médicos, enfermeras, sanitarios en general, profesores, catedráticos, abogados, jubilados, periodistas, jueces, bomberos, barrenderos, policías y un largo etc, todos enrabiados, todos con su razón y a veces con parte de sin razón, todos con esa furia punitiva y ganas de cambiar o mantener nuestro país con un modelo que la economía ha cambiado por completo y que será imposible recuperar sin sufrir primero todos nosotros el duro castigo de pagar unas deudas que generaron nuestros administradores y que sin duda les avalamos en su mala gestión con la libertad de las urnas, por ello a pesar de la furia, a pesar de la desazón, todos lo hemos de pagar más que nos duela hacerlo.
Como les decía amigos estas navidades la furia punitiva pasea por mis pensamientos con la constancia de esos tertulianos que dan cal y arena, que imponen ideología a información y que moderan el sentir ciudadano según en que medio de comunicación trabajan, y la mejor forma de evitar estar furioso, de no desear el castigo generalizado en el que podrían caer inocentes, prefiero filosofar en como seguir caminando paso a paso en busca de esa paz social que tanto hace falta a nuestro país para salir del pozo tan profundo en el que estamos inmersos.
Los días de navidad están pasando muy rápidos, contener la furia punitiva de estos momentos históricos que vivimos es la máxima, es mi reto personal para un 2.013 en el que casi sin ganas por lo que estamos viviendo, os voy a desear a todos que sea mejor que este 2.012 en el que la discordia y las diferencias que nos han separado tanto y tan mal a todos los ciudadanos desaparezcan.
No sé si llegará un mundo mejor para todos, lo que sí sé es que todos y cada uno de nosotros sí que podemos ser mejores y ese es mi gran deseo para este 2.013, una vez dominada esa furia que tanto daño nos hace a la hora de expresar nuestras opiniones.