DISFRUTANTO DEL AJEDREZ

Este fin de semana, el sábado en concreto mi amigo e hijo Jorge ha participado en un campeonato de Ajedrez, donde ha acudido con la ilusión de un peque de 6 años.

La ilusión disfrutando del ajedrez es algo difícil de definir, los grandes maestros de este juego siempre han dicho que se aprende más perdiendo que ganando.

Lo que se aprende de verdad, es a disfrutar de un deporte usando la mente, no es cuestión de ser mejor o peor, es cuestión de afrontar todas las variantes de este juego y hacerlas frente como uno puede.

Así es muchas veces la vida y por ello este juego levanta pasiones, nuevas situaciones, peligros que alteran nuestro ritmo, placer de conquista y recuperación del terreno perdido.

Por todo esto, viendo como juega mi peque, disfruto un montón con él, no es campeón de nada ni pretende serlo, simplemente está en el más bello momento del aprendizaje de un juego apasionante como el ajedrez.

Le oyes hablar y contarte que ha perdido una partida con el mismo semblante que cuando la gana y eso es la vida amigos, saber perder y muy importante saber ganar.

El domingo él quería compartir con todos vosotros su aventura en el campeonato, que aún prosigue, pero no pudo ser por motivos que ya todos conocen, así que hoy antes de volver al cole, ha colgado dos post que me dejan como siempre sorprendido por lo bien que está enfocando lo que simplemente es un juego.

En su blog ha dejado un vídeo con un rival que se ha convertido en su amigo y se hicieron un montón de fotos, se llama Juego al Ajedrez y también ha puesto un post en Proyecto Blog que se llama Yo juego al Ajedrez y me lo paso muy bien.

Hoy cuándo regrese del colegio verá que lo prometido es deuda y le pongo aquí el último vídeo que dijo que compartiéramos con todos vosotros, porque le gustaría que todos los niños aprendieran a jugar al ajedrez.

Y eso es todo amigos, yo también he disfrutado viendo jugar al ajedrez a Jorge, sobre todo porque su autoestima está por las nubes y es un orgullo ver que aún cuando pierde no tiene la sensación de derrota, pero cuando gana tampoco le da ninguna importancia.

Animo a los papás con peques a que les enseñen a sus hijos este juego, seguro que disfrutan con ellos mucho y encuentran una forma muy divertida de aprender lo que es también la vida, un juego de estrategia.