Terapia colectiva en la blogosfera

Mi querido amigo Ángel Cabrera me pide siempre hacer cosas que me gustan, esta vez su petición es muy difícil, pero debo de intentarlo porque entre mis amigos de la blogosfera y los de la vida cotidiana suman muchas personas, que no son parados, están en paro, pero desean trabajar, un derecho que debería ser de obligatorio cumplimiento en cualquier país llamado “desarrollado”.

Estas navidades están siendo especialmente duras para ellos, son gente normal, son como cualquiera de nosotros, pero la crisis y la indolencia de este Gobierno han sido detonantes de que a día de hoy estén en una situación no deseada por alguien que es trabajador, sufrir el paro.

Es difícil mandar en un post mensajes de optimismo, de calidad, de vida, de humor, de reflexión para toda esta gente que está en paro, que están sufriendo mucho porque de ellos depende una familia, unos hijos, una vida.

Los que por suerte tenemos trabajo, debemos ser solidarios con ellos, pero no con imposiciones gubernamentales que son simples parches a este gran problema social, debemos aunar nuestras fuerzas con mensajes que reconforten, ayuden e incentiven a nuestros amigos que todas las mañanas madrugan como nosotros para salir en busca de un empleo.

Hoy les mando desde aquí un abrazo, se que muchos no sentirán nada con el, pero yo se lo mando desde este medio tan poderoso de comunicación, la blogosfera.

Es un abrazo tan real y sincero como si fuera en persona, yo aquí en este humilde rincón he recibido muchos cuando los he necesitado y han sido tan efectivos como los dados en la calle por mis amigos.

Un abrazo cálido, lleno de esperanza, de ilusión, de aliento, sabedor que no se puede dar más, pero conocedor por experiencia personal que esto anima a un muerto.

Algunos ven simplemente seres virtuales en los compañeros que en sus blogs hablan de su situación laboral, para mí son amigos virtuales como los de verdad, les entiendo, les comprendo y les escucho con profundo dolor a veces por tan mala situación o con alegría porque consiguieron salir de ese pozo en el que por desgracia hay tantos y tantos hombres y mujeres que luchan y comparten con nosotros sus esfuerzos por conseguir un derecho “trabajar”.

Los parados, los que están pasando mal estas navidades por diversos motivos, son un montón de amigos que ocupan un hueco privilegiado en mi corazón, saben que siempre intentaré estar ahí, con una palabra, con un poema, con un abrazo, con lo que sea, con tal de que no se sientan solos, no se encuentren hundidos.

Si yo intento ser constante en este propósito de acompañar al que lo necesite, creo que todos ellos serán constantes para conseguir salir adelante y superar estos baches tan desagradable que nos encontramos toda las personas a lo largo de nuestras vidas.

Algunos y lo sé piensan que aún soy un niño, y quizás sea así, tengo el corazón de un niño y creo en la amistad, en la solidaridad, en el compañerismo, en los amigos, en la unión de cuadrillas en la blogosfera que con una palabra acuden rápidamente a dar un abrazo virtual o a felicitar por una grata noticia.

Mi correo siempre está disponible en el blog, es esa @ de color blanco que ven a la derecha, pinchen en ella y ahí saben que siempre estaré, constante como ustedes, presto y dispuesto a escuchar y llorar si es necesario, esa @ que les ofrezco es un enlace virtual, tan real como si en la calle nos encontrásemos para tomar un café y hablar.

Mucho no les podré dar, algo de humor, algunos adjuntos llenos de imaginación, chistes y sobre todo compañía para esos ratos en que usted esté desesperado.

La gente me importa mucho, a muchos compañeros de la blogosfera también, ustedes que están en paro u otras circunstancias difíciles, no dejen de escribir y desahogarse en sus rincones, la blogosfera tiene algo especial y es que los amigos que les visiten sabrán escuchar y sobre todo entenderles y compartir con ustedes esos malos momentos.

No se confundan, no les vamos a dar ni aquí ni en ningún rincón de la blogosfera una receta mágica que alivie sus malos momentos, pero seguro que las fuerzas positivas les llegarán y se convertirán en la mejor pandemia que un medio como este, el del mundo de los blogs, les puede ofrecer.

A esto se le llama terapia colectiva en la blogosfera, funciona y los que la han recibido lo saben, llorar o quejarse en compañía es siempre un alivio emocional y una respuesta a la amistad.

Invito a todos mis lectores a acompañar con sus palabras, con su música, con su humor, a dar compañía a todos los que lo necesitan en estos momentos tan amargos, algunos porque están perdiendo a un familiar, otros porque ya lo perdieron, algunos porque están pendiendo de un hilo para formar parte de la larga cola de los desempleados y otros porque allí llevan mucho tiempo sufriendo.

No cuesta nada intentar hacer feliz al prójimo, sobre todo si este es un amigo y nosotros mismos seremos felices, conscientes de que poco es, pero sabedores que en la soledad del dolor, un amigo es un amigo.

Debemos convencernos que merece la pena dedicar parte de nuestro tiempo para repartir cariño, es lo máximo que podemos dar en la blogosfera y muchos lo necesitan, les animo a que lo hagan, no se arrepentirán nunca de regalar una sonrisa, de dar un abrazo virtual y sincero al que lo necesita.

¿Para que quieres tu blog?, aprovéchalo al máximo y dedica un post a todos los que sabes que lo necesitan, son muchos, lo sé, pero detén por un momento toda la felicidad familiar de la que disfrutas en estas fechas de Navidad y acaba el año con un abrazo, con una canción, con un poema, con un beso, dedicado a aquellos que necesitan de verdad ese momento, esa terapia blogosférica que durante unos instantes les hará olvidar lo duro de su situación y recibirán una gran energía positiva que mañana les servirá para levantarse de nuevo con el ánimo necesario para luchar en la vida.

Yo hoy lo he hecho y se que tú también lo harás, al final como siempre “la blogosfera sirve para algo” y es que detrás de un rincón siempre hay una persona y las terapias son eficaces si se realizan en grupo.