Durante los siglos XVIII y XIX en las homilías los sacerdotes no usaban el amén o el así sea para dar por finalizados los sermones que daban a los feligreses, usaban aquello de Y aquí paz, y después, gloria.
Hoy en día esta locución la usamos para apuntalar una resignación o cuando finaliza una discusión, por ello es más usada de lo que podemos imaginar y está muy bien eso de conocer los orígenes de la francesita que tanto hemos oído.
Y aquí paz y después gloria y esto es lo que hay y no hay otra cosa, por ello y por como están las cosas nos viene como anillo al dedo para seguir resignados y/o evitar discusiones. Por ello que algunos redundan con aquello de Menos da una Piedra como si de un auto-consuelo más se tratara, para aliviar las penas, aunque a mí personalmente me gusta más eso de Es lo que hay y no hay más, así los curiosos quedan en la duda de si es verdad que está todo lo que hay o que oculto lo que quiero y no hay más dónde rascar.
Sea como fuere hoy toca un corto que mi hija Lucía me ha dicho que lo busque y lo comparta ya que a ella le ha encantado, así que va por ti amiga mía.
Y a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga.
ResponderEliminarAsí es amigo Cayetano, es más a veces no es Dios quién se lo da, lo cogen ellos por las bravas y no hay un San Político que lo remedie ya que algunos están en el ajo ;-))
ResponderEliminarUn abrazo querido amigo
Y cada uno en su casa y Dios en la de todos, que no vendrá a cuento pero que también se emplea mucho. El corto es hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Si, es lo que hay y no hay mas....
ResponderEliminarCada cual busque sus recursos y tire palante. Ese corto no se ve, nunca llego a tiempo.
Y el clero y los políticos seguirán juntos" por secula seculorum".Amen.
Está todo el percal vendido, chico.
ResponderEliminarEl vídeo es magnífico. No sé si será porque voy pa viejo pero me emocionó cuando lo vi.
Salu2