Esa Gran Mentira

La gran mayoría de los padres mantenemos viva esa Gran Mentira de los Reyes Magos y estoy convencido de que nuestros hijos harán lo mismo con sus hijos.

Es extraño mentir a un hijo cuando todos sabemos del peligro que se corre al poder perder su confianza, pero esta debe ser la excepción que confirma la regla.

Mentir a nuestros hijos no es bueno y no debemos de hacerlo nunca, ellos creen en nosotros ciegamente y debemos conservar ese respeto que nos tienen, no se pueden imaginar nunca a unos padres mintiéndoles.

A veces en casa, sobre todo Jorge que está en la etapa “yo ya sé cosas”, duda un poco de algunas de nuestras aseveraciones, pero comprueba por diferentes medios que no le engañamos cuando le decimos o contamos algo.

Las verdades adornadas con ingenio son a veces esa solución a la mentira y hoy los Reyes Magos son una verdad adornada para ellos.

La ilusión es lo más importante, les llenamos de esperanza con premio, esta noche los auténticos Reyes son los padres que les adoran y harán que se cumplan esos sueños y recompensen el esfuerzo, gran esfuerzo por cierto, que ellos realizan día a día para convertirse en adultos.

Recuerdo mi niñez y la llegada de los Reyes Magos, buenas notas, buen comportamiento y premio al despertar el día 6, también recuerdo a la perfección cuando comencé a intuir que mis padres eran esos Magos generosos, ya saben ustedes, los amigos del colegio son unos bocazas para los secretos.

Pero conservé la ilusión en todo momento, incluso cuando descubrí la gran verdad, aprendí a explorar mi casa, a registrar todos los rincones de la misma para encontrar los regalos e inclusive a hacer imaginaria para pillar inflaganti a mis padres, fueron dos años los que me costó y ahora sonrío.

Sonrío porque estoy en el polo opuesto, ejerzo de espía con mis hijos para saber sus deseos ocultos, hago de funambulista para esconder los regalos en lugares que no se pueden imaginar y equilibrios con la cartera para afrontar los gastos.

Pero lo más importante es que nunca pensé que me habían mentido o engañado mis padres con los Reyes Magos, ellos eran los Reyes Magos y simplemente lo adornaban de ilusión y sueños, haciendo de esa Gran Mentira una gran verdad.

Como les decía amigos, Jorge está ya en esa edad que todos hemos pasado, creo que algo se huele pero aún no nos ha pillado y a lo mejor este es el último año que conservaremos esa Gran Mentira intacta, con Lucía es diferente, ella es más pequeña y aún está en el mundo de los sueños y las hadas.

La Gran Mentira continúa, los regalos entre mi mujer y yo se mantienen en secreto, un secreto a veces a voces porque ella es más complicada que un servidor y acaba diciendo en voz alta que es lo que quiere, pero con ilusión, mucha ilusión de complacer a los que amamos al amanecer del día 6.

Y sueños, amigos a los mayores aún nos quedan esos sueños que deseamos que se hagan realidad como el que Logio hacía hace un rato.

Amigos que pasen una feliz noche, los que tienen niños chicos, disfruten con su ilusión y felicidad, los que tienen pareja intenten sorprenderla pero conserven el tique de la tienda por si acaso y los que estén solos ya saben que en la blogosfera encontrarán a muchos Magos que les harán un gran regalo: Compañía y Amistad.