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28 de septiembre de 2011

Se forja la leyenda del Cid Campeador

Quiero dedicar este artículo de hoy a mi buen amigo Gonzalo, culpable de que me haya pasado todo el mes de septiembre realizando un Monográfico que ha llenado de satisfacción mis expectativas ante el reto de demostrar que "Mercenario" es una palabra excesiva para describir al Cid Campeador.

Dejábamos ayer al Cid enterrado en Valencia y a su viuda Doña Jimena como princesa de su reino y a sus hijas Cristina y María casada por alianzas cristianas.

Doña Jimena intentó que las tierras del levante se consagrasen como territorio cristiano, como un reino más de la Reconquista peninsular, pero claramente a pesar de que contaba con un gran y preparado ejército, sería una misión imposible, su difunto esposo era mucho más que un guerrero y la falta de estrategia y empuje de un buen líder será detonante, los almorávides están a punto de cambiar la historia.

Y es que Yusuf rápidamente recibió información sobre la muerte del Cid, su alegría era infinita, su mayor enemigo y el que más daño le había ocasionado hasta el momento, había dejado el mundo de los vivos, Alá estaba de su lado y a pesar de sus ya pasados 90 años, la fiesta que celebró fue de órdago.

Valencia estaba a su alcance y así hizo llamar a un primo llamado Mazdalí, para que con su ejército partiera a recuperar esa vieja taifa mora que tanto se le había resistido ante el inefable don Rodrigo Díaz de Vivar.

Era el año 1.101 y Doña Jimena lo intentó con los maridos de sus hijas, les solicitó ayuda para evitar lo imposible y ellos no se la pudieron prestar pues estaban continuamente enfrascados en luchas fraticidas como era costumbre entre los reinos cristianos durante la Reconquista.

Así que no le quedó más remedio que solicitar una alianza a Alfonso VI y recibir su ayuda, pero este no se podía permitir enviar un gran ejército pues tenía también muchos frentes abiertos y tras lo pasado en Consuegra, la defensa de Toledo era esencial para que no peligrase el Norte cristiano.

Doña Jimena lo intentó todo, sus hombres lo dieron todo, pero los africanos ya habían conquistado Játiva y Alcira y llegado el mes de agosto de este año 1.101 se dispusieron a sitiar Valencia, algo que era inusual para los almorávides pues los sitios no se les daba nada bien y preferían ganar las batallas en campo abierto.

Pero la ventaja con la que partieron los hombres de Yusuf era que los musulmanes del levante serían sumisos a los almorávides y se evitarían pagar tributo a Doña Jimena por lo que todo el reino del Cid se había reducido a la defensa de Valencia, ahora sitiada, sin agua y sin comida.

Alfonso VI ante las noticias de como estaba la situación en el levante, decidió acudir al rescate con un pequeño ejército y lo dirigió el mismo, quizás con la edad y en busca de olvidar remordimientos y con el dolor conocido de lo que es la perdida de un heredero, él, perdió a su hijo Sancho, partió hacia Valencia.

Doña Jimena intentó aguantar lo mejor posible el asedio de los africanos, pero a pesar de tener conocimiento que Alfonso VI se dirigía a la ciudad para ayudarles era muy consciente que el sueño de su marido el Cid Campeador estaba a punto de finalizar.

El ejército de Alfonso VI llega a Valencia y los almorávides que habían aguantado hasta el mes de Abril de 1.102 dejaban el asedio y retrocedían hasta Cullera, dejando allí una frontera entre moros y cristianos que duraría muy poco.

Doña Jimena y Alfonso VI dieron por perdida la defensa de Valencia y había que evacuar la ciudad, así que todos los moros que no querían sumirse a Yusuf partieron hacia la taifa de Zaragoza y los cristianos quemaron la ciudad después de exhumar el cuerpo del Cid Campeador.

Con todos lo honores que merecía un Rey, el cuerpo del Cid Campeador salía custodiado por la puerta de una Valencia que ardía quemando todo los sueños de uno de los héroes más desconocidos de nuestra historia pero de los que más leyendas se han creado.

Cuentan que los espías de Yusuf atemorizados por lo que estaban viendo corrían despavoridos, pero es una parte más de la Leyenda, simplemente la comitiva que acompañaba el cuerpo sin vida del Mío Cid, partió con los honores fúnebres de la época hacia Burgos, llegando a San Pedro de Cardeña dónde fue enterrado.

Hoy está el Cid descansando con su esposa Jimena en la Catedral de Burgos, junto a un cofre y las cartas de arras.

El día 5 de Mayo de 1.102 Valencia era tomada por Mazdalí y el sueño de Yusuf se había cumplido, ahora tenía más cerca la conquista de la taifa de Zaragoza y ponía en jaque a Alfonso VI, culminaba también su emirato, era hora de retirarse tras vencer y conquistar la taifa de Valencia, era hora de nombrar a Alí su heredero para que continuase la lucha, su mayor satisfacción fue haber conseguido destruir los sueños del Cid Campeador su enemigo número uno en estas tierras peninsulares.

A la muerte del Cid las leyendas sobre sus hazañas se iban multiplicando año tras año, en cada batalla su espíritu de Campeador acompañaría todo símbolo cristiano y poco después un Cantar, el Cantar del Mío Cid era cantado por trovadores en cada ciudad, en cada pueblo.

La leyenda no dejó de parar y seguro que cualquiera de ustedes que viva en tierras por las que pasó o conquistó el Cid sepan de historias increíbles, de hazañas imposibles, y por desgracia desconozcan realmente la verdadera historia de una vida apasionante, de un héroe de la Reconquista.

El septimo arte, con un actor que se salía nos dejó una imagen de leyenda del Cid Campeador, pero la historia real de este ser humano es aún mucho más emocionante que cualquiera de sus leyendas.

Aquí termina el monográfico del Cid Campeador y ya sin tiempo mañana haré el resumen final y les contaré porqué me encanta este personaje que gracias a mi cabezonería he sido capaz de conocer aún mucho mejor.



7 comentarios:

  1. Muchas gracias por la dedicatoria.Despues de lo leido y disfrutado he de reconocer que me equivoque al llamar al Cid mercenario,una equivocacion presa de mi ignorancia.Fue un gran hombre y eso no hay quien se lo quite y este ha sido un gran relato y magnifica leccion de historia que disfrute desde el primer momento.
    Gracias y un abrazo.

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  2. Al margen de las leyendas que le atribuyen hazañas sobrehumanas, lo cierto es que la figura del Cid resulta apasionante: gran guerrero, buen estratega, siervo fiel a su rey, gestor prudente y padre derrotado por la muerte de su hijo.
    Resulta asombroso comprobar cómo todo aquello que había ganado mediante su ingenio y su espada lo perdió al fallecer Diego. El dolor es la espada que provoca las heridas más profundas y el Cid no pudo o no supo cómo reponerse de la ausencia de su hijo. Tal vez el profundo amor de padre o la brutal conmoción que le causó comprobar cómo una de las piezas fundamentales de su proyecto había desaparecido en medio de unas probables intrigas derivadas de viejas rencillas, le desestabilizaron hasta mermar su espíritu.
    Este monográfico ha salido redondo por eso espero que J.M. te vuelva a picar con alguna figura histórica a la que te sientas obligado a defender.
    Un abrazo tinerfeño.
    CC

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  3. Que ponga una lista que rapidamente les saco defectos con tal d leer cosas interesantes.....

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  4. Gracias a tu cabezonería como dices, también no lo has dado a conocer mejor a los que te hemos leído.
    Gracias.

    Saludos.

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  5. Gonzalo eso de mercenario, mucha gente lo comparte y hasta grandes estudiosos de la historia sólo viendo fechas y datos lo afirman, pero otros han estudiado al hombre y no se le puede decir eso al Cid.

    Un abrazo amigo.

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  6. CC cuando vas conociendo el lado humano de un personaje histórico más te comienza a gustar y más le comienzas a entender.

    Gracias por estar siempre ahí dando ánimos y por supuesto que si surge otro personaje ....haremos otro monográfico.

    Así que Gonzalo, no andes con muchas listas que me tendrás todo el día estudiando.

    Un abrazo.

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  7. Eduardo de Vicente, gracias amigo, a veces la cabezonería me pierde, pero me alegro de esta perdición y lo único que siento es haber podido aburrir a algunos lectores.

    Un abrazo.

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