A pesar de casi ser un lujo estos días dedicar unas líneas en el blog lo voy a hacer porque he sentido nauseas en las Redes Sociales y en lo que algunos denominan medios de comunicación.
Todo el mundo es libre de decir lo que le parece, como le parece y de la forma que quiere, pero amigos huele mal en las Redes Sociales, a mi personalmente me provocan unas especie de nausea que no puedo evitar al pensar hacia dónde deriva nuestra sociedad y hasta que extremos estamos dispuestos a llegar avalados engañosamente por aquello tan necesario como la libertad de expresión.
Una mujer muere acribillada a balazos en circunstancias aún pendientes de resolución y la que muchos han liado es parda, unos con mentiras claramente orientadas a la vida política y que no son de extrañar ya que desde los medios en que se escriben no es ninguna novedad. Otros desde las redes sociales rizando el rizo y rozando el abismo de lo que esa misma libertad nunca debiera cruzar. En fin que muy lamentable como está nuestra sociedad.
Bien cierto es que el nivel de crispación que existe, añadido a lo frustraste que es ver que nadie pone soluciones y que ninguno de los mangantes que han aprovechado la política para vivir como reyes esté sentenciado a cárcel de por vida da pie a que muchos aprovechen que el Pisuerga pasa por Valladolid para desatar sus necias aseveraciones y sin duda penosas y creo que rozando "delictivas" formas de apología.
Tenemos lo que nos merecemos y al final en nombre de esa libertad se dictarán nuevas leyes, nuevas medidas que realmente nos cuartearán la auténtica libertad que hoy tenemos y será culpa nuestra, sí de todos porque amigos, las Redes Sociales son a día de hoy una cloaca infecta de libertinaje y llena de ratas callejeras que se creen que con sus palabras no pasa nada, que con sus insultos humillantes nadie va a reclamarles nada....
Una pena que indica el mal camino que nos está llevando este siglo XXI en el que somos lo reyes de la comunicación instantánea y la información hiperdetallada de cualquier acontecimiento mundial en el que esos mismos medios que nos lo dan todo están infectos y a falta de una posible regulación gubernamental que luego lamentaremos y es que lo decía mi abuela: Tenemos lo que nos merecemos.
Una canción para relajar, la mascarilla no la olviden en sus visitas a la Red y un hasta pronto amigos lectores.